Después de los asesinatos que se produjeron en Urueña y que Gellida nos relata en Astillas en la piel aparecen, en un pinar de Valladolid, dos cadáveres, uno de ellos el del supuesto asesino de los crímenes que se produjeron varios años atrás. A partir del terrible descubrimiento, comienzan a aparecer cuerpos de mujeres torturadas y asesinadas en distintas ciudades. Bittor Balenziaga y Sara Robles ven relación entre los dos sucesos. Pronto se les une Ramiro Sancho, con lo que el circo está montado.
Mientras leemos Nos crecen los enanos los lectores podemos entrar en la mente de un asesino ya que es él mismo el que nos cuenta en primera persona sus asesinatos, con todo lujo de detalles, y sus planes. Además me parece realmente brillante que Gellida someta al asesino a varias sesiones con una prestigiosa psiquiatra, la Dra. Velasco. Álvaro Vázquez de Aro, escritor de una saga de novelas que tienen como protagonista a un asesino en serie, pide a la doctora ayuda para documentarse sobre la mente criminal, estableciendo así situaciones en las que la identidad del escritor se desdobla en su alter ego y analiza sus impulsos y las razones que le llevan a matar jugando con la psiquiatra al juego del gato y del ratón. Cuando Álvaro habla de Suso habla de si mismo, por lo que podemos saber de primera mano qué es lo que le empuja a matar de una manera tan cruel.
César Pérez Gellida ya ha creado con Nos crecen los enanos y con todas sus anteriores novelas un universo propio en el que hay personajes que aparecen, como protagonistas o como secundarios, en todas sus novelas. Que el lector no los reconozca no supone nada para el lector, no hace falta saber quiénes son, solamente es un bonus para el lector gellidista que se alegra de reencontrarse con alguno de los personajes que protagonizaron alguna de las novelas ya leídas. Aparece incluso un escritor calvo casado con una mujer pelirroja que, sin saberlo, hace explotar la locura.
Durante la lectura de Nos crecen los enanos sabemos desde el principio quién es el asesino, descubrir al criminal no es el objetivo de esta novela. Lo que vamos a encontrarnos es el desarrollo de la investigación, quién será la próxima víctima, que error cometerá Álvaro, si logrará escaparse de nuevo…
En fin, que es momento de entrar en ese universo. No tardéis en leer Nos crecen los enanos y ya me contaréis
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