El reino,
la última novela de Jo Nesbo es para mí, sin duda la mejor. Y esto es mucho
decir cuando todo el que me conozca sabe que estoy irremediablemente enamorada
de Harry Hole. O de Harry Hole y Jo Nesbo, porque para mi son la misma persona.
Una historia
con reminiscencias de la bíblica de Caín y Abel. Una familia con dos hijos que
vive en lo alto de una montaña, en una población pequeña de Noruega. La familia Opgard, en apariencia feliz, pero en la que
desde el principio se intuyen dramas ocultos en el fondo del armario
Los
padres mueren en un accidente de coche y el hermano menor, Carl, parte a
estudiar a Estados unidos. Roy, el más tímido, el mayor, queda cuidando la
granja y las tierras además de trabajar en una gasolinera. A los quince años,
Carl vuelve con Shannon, arquitecta, culta, atractiva, para ofrecer a toda la
comunidad el negocio de sus vidas: un hotel en las montañas. Y aquí se desata
el pandemónium.
Como ya
hemos visto en las obras de Nesbo que no forman parte de la saga de Hole, se
narra en primera persona, es Roy quien nos cuenta todo lo que pasa, a veces
ocultando y a veces descubriendo. Los personajes de El reino muestran la
madurez narrativa de Nesbo: son personajes completos.
Roy es el
hermano mayor que siempre ha sacado de todos los apuros a Carl. Se ha peleado
con medio pueblo por él, le ha cuidado, le ha dado dinero, le ha querido sin
límites. Es un hombre solitario, casi antipático para el resto de la comunidad
y de pronto, vuelve Carl, el hijo pródigo, el simpático, el guapo, el exitoso,
aquel del que se enamoran todas las chicas y Roy se ve obligado a retomar su
papel de protector: “La familia es lo primero. Para
bien y para mal. Por delante del resto de la humanidad”. Y esa es la tragedia de
Roy.
Porque El reino termina siendo
una auténtica tragedia, un thriller sangriento. Nesbo huye una vez más de las
grandes ciudades para desarrollar esta tragedia en una comunidad pequeña, llena
de secretos odios, secretas venganzas, un pasado secreto que sigue latiendo a
cada instante. Nada se olvida. Todo sigue presente, sobre todo el empeño del
policía, Kurt Olsen, que, desde que desapareció su padre, no para de buscar la
verdad sobre los sucesos del pasado. Claro, que tendrá que ocuparse también de
los del presente.
Nesbo construye como nadie un
ambiente cargado de nubes y de tormentas, físicas y psíquicas, un ambiente
opresivo que ahoga a los personajes en cada rincón, curvas que conducen a la
muerte, luces de freno que nunca se apagan, hielo que resbala, frío que cala
hasta el alma.
Para mí, esta es sin duda la
mejor novela de Jo Nesbo. Compleja, adictiva, con personajes bien construidos,
potentes, excelentes diálogos, excelente trama. Qué más decir.
Hola!!
ResponderEliminarLo tengo por leer, he leido dos libros del autor y me gustaron mucho. Gracias por la reseña y recomendación.
Besos💋💋💋