Maya Velasco.
Matar a un hombre que mata (La vocal de Lis 2021) es la última obra de Sonia Rico. Tras su genial libro de relatos A telephone rings, Sonia muestra una clara madurez en su prosa con una historia que a nadie puede dejar indiferente.Gloria, una mujer madura y profundamente sola que repasa su triste vida: Una horrible infancia con unos padres horribles, varios engaños amorosos, trabajos alienantes, en definitiva, una vida gris:” No he sido la dueña de mi vida nunca”
Y ya tenemos todos los ingredientes esenciales para que una mujer, cualquier mujer, que además lo único que desea es un marido e hijos, se enganche a una historia amorosa descabellada e incomprensible para cualquiera que no se encuentre en esa situación.
Porque según va avanzando la historia, cada vez entendemos menos a Gloria. Como no la entienden sus amigas o su vecina, casi una madre, que es la única que cuida de ella en una Barcelona ajetreada y descarnada, como cualquier ciudad grande donde cada uno intenta solucionar su vida sin preocuparse demasiado del que tiene al lado.
Convencida por su vecina, Gloria acude a una cárcel a impartir un taller de cocina y, como no podía ser de otra manera, se enamora de uno de los presos. Atractivo bien vestido, con maneras cariñosas y protectoras. El preso sabe muy bien cómo manipular a Gloria, como rellenar los huecos que hay en su vida. Primero a través de cartas, después en los vis a vis.
Gloria se enfrenta a las únicas personas que tiene y que le intentan avisar de una relación tóxica que no la puede llevar a ningún sitio. Y todo va transcurriendo por la vía de lo previsible. Hasta que llega el final.
Debo reconocer que, para mí, el final de Amar a un hombre que mata es absolutamente imprevisible. Pero muy significativo para ver que Gloria no es un personaje plano, que va evolucionando a lo largo de la novela, desde una inocente niña de pueblo a una mujer que tiene que enfrentarse a su vida, a sus jefes, a un amor difícil. Sonia Rico, además de muchas cosas más, es psicóloga y esto le da al personaje la profundidad necesaria, la evolución que hace sólido a un protagonista.
Sonia Rico como en sus anteriores libros, realiza un impecable trabajo de documentación que nace de preguntarse si realmente una mujer puede enamorarse de un hombre que sabe que es un asesino. La respuesta es un sí rotundo y, de hecho, todos conocemos casos mediáticos al respecto.
Las costumbres y vida carcelaria están relatadas impecablemente, así como la soledad de una mujer que ha vivido en un pueblo y se traslada a una gran ciudad.
Yo creo que el lector no puede menos de ver a Gloria como lo que es, que se deja enredar por un hombre en un momento de su vida en el que prima su soledad. y si nos paramos a reflexionar un poco, también veremos la facilidad que tiene un manipulador para atrapar como una araña a su mosca, alrededor de la que va tejiendo una red de la que no se puede escapar.
Y por cierto, la autora nos deja dispersos unos guiños que no dejarán de intrigarnos. Os recomiendo esta novela muy bien escrita y que nos propone un tema singular que os hará pensar.