viernes, 27 de marzo de 2020

La favorita del Harén, de Andreu Martín. La violencia justa fuera del paraíso

La favorita del Harén, de Andreu Martín. La violencia justa fuera del paraíso
Necesitamos salir de casa, la calle se nos antoja un mundo lleno de luz y de maravilloso humo que nos envuelve sin que apenas nos demos cuenta, pero no debemos salir. Estaréis de acuerdo conmigo en que la mejor forma de huir es hacerlo de la mano de autores como Andreu Martín que en esta ocasión nos vuelve a llevar a su magnífico Harén del Tibidabo, un paraíso de lujo, sexo y secretos.
En La favorita del Harén nos reencontraremos con Emili Santamarta y con un elenco de personajes tan histriónicos como él.

Al Harén llega una escuálida joven conocida como la Caldera pidiendo a Mili asilo. La quieren matar y Mili, todo corazón, se ofrece a ayudarla. A partir de ese momento nuestro narrador y protagonista indiscutible se verá envuelto en la lucha entre dos bandas de mafiosos, los Santiago y los Klein además de un par de guardias civiles que no quieren que salgan a la luz sus secretos más oscuros. Y ya está el lío formado.

Si en El Harén del Tibidabo Mili no salía a la calle por su agorafobia, en La favorita del Harén Mili apenas entra. Con los gorditos, dos enanos “esféricos, caritas risueñas, ojos lastimeros, suplicantes de un trato de favor” pero muy crueles pasará una terrible noche de Halloween y se unirá a una manifestación independentista en Monserrat. Una noche festiva y un luminoso día con una música ambiental inolvidable: los gritos y los tiros de sicarios que parecen salidos de una novela de Tom Sharpe.

Mili nos cuenta la historia. Sus recuerdos son los que nos guían por esta historia de mafiosos. Los momentos que él no vivió, también los cuenta en primera persona. Mili Santamarta puede hacer eso y lo que le dé la gana.

Otra vez Andreu Martín nos muestra personajes que no son lo que parecen ser. Los Sambitos, los mafiosos gorditos y con apariencia bonachona son unos criminales extremadamente fieros cuya meta es matar de manera despiadada al guardia civil que disparó durante un robo a Delfín, su único hijo y heredero del imperio de sus padres, de ahí su nombre. Una de los guardias civiles extorsionados cumplimenta sus ingresos y su insatisfecha vida trabajando en el harén con el sobrenombre de Semíramis. El propio Mili pasa de la bondad y la inocencia a tener mano dura y gatillo fácil. La Caldera parece que va a ser la protagonista de esta historia pero nadie puede eclipsar a Mili.

Andreu Martín vuelve a enseñarnos una de las múltiples caras de Barcelona en una carrera contrarreloj. Negra, divertida, con una Barcelona de fondo que no siempre es amigable pero que siempre es el perfecto escenario para las novelas de Andreu Martín. Leedla y quedaos en casa, por favor.

viernes, 20 de marzo de 2020

Olor a muerte en Pioz, de Beatriz Osa. El terrible asesinato que ocurrió en Guadalajara

Maya Velasco
Olor a muerte en Pioz de Beatriz Osa es la última publicación de la colección Sin Ficción de la Editorial Alrevés. Esta serie me ha parecido hasta ahora interesantísima, en primer lugar porque trata de casos muy mediáticos de los que todos hemos oído algo pero no sabemos mucho y en segundo lugar porque el trabajo de documentación y redacción de todos estos periodistas es indiscutiblemente magnífico.

El caso que ahora se nos presenta es el de Patrick Nogueira que mató y descuartizó a cuatro miembros de su familia: su tío Marcos (40), su tía Janaína (39) y los dos hijos de estos de 1 y 3 años. El relato va desde el día que se descubre el hecho hasta el final del juicio. El día del horror fue el 17 de agosto de 2016. Descuartizó a sus dos tíos y metió a todos en bolsas de basura. Un mes después los vecinos no aguantaron más el olor y se encontraron los cuerpos en alto grado de descomposición.

Como en los otros casos tengo que resaltar el trabajo de Beatriz Osa que relata el caso dando los detalles escabrosos más necesarios para la comprensión del terrible suceso. Su prosa es perfecta, el relato sobrio, pero sin ser una lista de datos sin sentido. Incluso introduce referencias a sucesos del momento para situar al lector en aquellos días, y compara este con casos similares del momento. También añade datos de estudiosos de diversos temas relativos al proceso.

Y además, el reconocimiento del trabajo de todos los implicados  en el caso, tantos y tantos técnicos y profesionales que han dedicado cada minuto a explorar las pruebas, a encontrar la verdad.
Su descripción del olor a muerte, ya presente en el título, es tan descriptivos, que nos parece estar allí, en ese chalet de los horrores de Guadalajara: “Quien lo ha olido sabe que volverá a olerlo, aunque nada a su alrededor se esté pudriendo”.

El personaje de Patrick se refleja de forma precisa, sus gestos, sus posturas, su físico, sus pensamientos expresados a través de su teléfono móvil o sus declaraciones, su posible enfermedad psíquica. Sin embargo, lo que más me ha llamado la atención es la descripción del propio Patrick:

“Yo he cavado mi tumba de niño. Son un cúmulo de delitos, de contraversiones, de mierdas…Es una evolución de desgracias, una detrás de la otra. He bebido hasta no aguantar más y he cambiado de ciudades, pero no ha cambiado nada. He llegado hasta este punto y no puedo cambiar el pasado”.

Esta es la única explicación: una infancia de malos tratos, demasiado alcohol, demasiadas lecturas macabras y de violencia extrema, demasiada maldad.

El relato del juicio es también extremadamente interesante. Como nos explica Beatriz Osa, los juicios mediáticos son especiales. En este hubo mucho público. Patrick cambió por completo de aspecto. Parece un niño bueno y lo primero que hace es pedir perdón a todo el mundo.

En fin, no puedo menos de recomendaros Olor a muerte en Pioz, un relato esclarecedor de los terribles sucesos acaecidos en Guadalajara en 2016.

viernes, 13 de marzo de 2020

Las lágrimas de Hauwa Samuel o cómo fundir el humor con la más dura crítica social

Las lágrimas de Hauwa Samuel o cómo fundir el humor con la más dura crítica socialJavier Rodríguez Pascual acaba de publicar la tercera novela de la saga de Yaiza Cabrera, excéntrica
detective que conocimos en El primer gran caso de Yaiza Cabrera y Procelosos lodazales. Esta novela, Las lágrimas de Hauwa Samuel, es la más social de la saga ya que encara uno de los problemas más terribles de la sociedad actual, la trata de seres humanos.

La Guardia Civil, casi por casualidad, hace un control a uno de los camiones que circulan por las autopistas madrileñas. Casi por casualidad descubre en su interior a veinte jóvenes subsaharianas y, casi por casualidad uno de los agentes dispara al conductor del camión. Poco después Yaiza Cabrera es contratada para acudir a la lectura del testamento del empresario dueño de la empresa de camiones en la que se encontraron las chicas, Leocadio Huidobro. Allí conoce a los dos hijos del empresario y a sus mujeres y todos descubren que el empresario había adoptado recientemente a una hija que Leocadio tuvo fuera del matrimonio y a un joven subsahariano.
Colándose entre los capítulos del libro el lector va a descubrir la dura historia de Hauwa Samuel y de su hermana Doris que engañadas llegan al Primer Mundo arrancadas de un pequeño paraíso para ser encerradas entre los grises muros de Occidente.

Las lágrimas de Hauwa Samuel es la novela que más redonda de las que he leído del autor. Su estilo ágil, fresco y divertido en esta ocasión está salpicado del dolor de muchas mujeres víctimas de una sociedad que comete actos terribles y de unas personas que sacan beneficios económicos de la venta de personas que intentan convencerse de que ellos no tienen culpa por mirar para otro lado. Todos nosotros miramos de frente cuando pasamos por alguno de los clubs de carretera sin querernos enterar de que dentro de ellos hay mujeres obligadas a prostituirse para pagar una deuda que no quisieron contraer y de la que nunca podrán librarse.

Aunque esta es la tercera novela protagonizada por Yaiza Cabrera se puede leer perfectamente de manera independiente. La protagonista ha evolucionado hasta convertirse en una detective profesional que no duda en seguir su instinto pero que sabe pedir ayuda si la necesita. Así nos encontraremos con su amigo con derecho a roce, Melitón, y el jefe de este el Inspector Luis Bárcenas que acompañarán a Yaiza hasta descubrir cómo se produjo la muerte del empresario y qué escondía este en su flota de camiones.

Es esta una novela llena de ironía, llena de humor, llena de personajes que parecen sacados de nuestras historias cotidianas. Las gemelas casadas con los hijos de la víctima no dejaban de recordarme a las hermanas de la Cenicienta.

Así que no puedo, una vez más, dejar de recomendaros que leáis Las lágrimas de Hauwa Samuel para descubrir cómo puede fundirse el humor con la más ácida crítica social haciendo que esto parezca una tarea sencilla, por supuesto sin serlo, bajo la pluma de Javier Rodríguez Pascual.

domingo, 8 de marzo de 2020

8 mujeres, 8 escritoras, 8 novelas escritas por mujer, 8 de marzo

No sabemos si Anónimo fue mujer pero sabemos que Jane Eyre se publicó bajo el nombre de Currer Bell en vez de con el nombre de su autora, Charlotte Brontë. La escritora Colette escribió sus primeras obras literalmente suplantada por su marido Henry Gautier-Villars. Cecilia Böhl de Faber y Larrea decidió publicar con el pseudónimo de Fernán Caballero evitando así que sus escritos fueran considerados obras menores. Mary Ann Evans escribió uno de mis libros preferidos, Middlemarch pero con el nombre de George Eliot. Louisa May Ascott publicó con su nombre real una novela hasta ahora de y para mujeres, Mujercitas, sin embargo publicó otros escritos con el nombre de A. M. Barnard. ¿Habéis leído Mary Poppins? Pues lo escribió Pamela Lyndon Travers, pero lo publicó como P. L. Travers. La autora danesa de Memorias de África, Karen Blixen, obtuvo tanto éxito con su pseúdonimo masculino Isak Denisen que siguió utilizándolo a pesar de que se descubriera su verdadera identidad. Por último os recuerdo el caso de Joanne Rowling que escribió la serie de Harry Potter con el nombre de J. K. Rowling y otras novelas con el de Robert Galbraith.

No sólo estas 8 mujeres publicaron con pseudónimo masculino, muchas otras lo hicieron y sus obras se convirtieron en nuestros libros de referencia.

Hoy vamos a celebrar el Dia Internacional de la mujer con otras 8 escritoras que nos van a decir cuáles son los libros, escritos por mujeres, que las han marcado. Empecemos.

Empar Fernández
Suite francesa de Irène Némirovsky por la amplitud de su mirada.

Susana Hernández
El libro que recomiendo es "Incesto" de Anaïs Nin. Pocos libros exploran la sensualidad, el deseo y el amor con de forma tan magistral. "Incesto" es el primer volumen de los diarios amorosos de la escritora, y al mismo tiempo es también la crónica de buena parte del siglo XX.  Imperdible.

Prado G. Fernández
En carne viva me pareció un título sugerente en castellano y en inglés tremendo (In the cut) y despertó enseguida mi curiosidad. El personaje de Frannie, la profesora de escritura, estudiosa de la jerga juvenil, de vida solitaria y algo anodina, se revela como una mujer apasionada, intensa, capaz de romper tabúes. La narrativa utilizada por Moore me pareció erótica y capaz de sumergirnos en el personaje principal y en el de su amiga. Me fascinó la atmósfera que la autora consigue crear, cómo desarrolla un thriller a un ritmo de novela casi costumbrista. De repente me vi sumergida en una historia oscura, que desprendía olor a sangre y a sexo. Hace mucho tiempo que la leí pero recuerdo la sensación turbadora de estar en la cabeza de los personajes, el punto de voyerismo de Frannie espiando a hurtadillas una felación y después su morbo incontenible por conocer sobre el asesinato de la mujer, el morbo ante el crimen y la sangre... Las tramas y subtramas, la sensación de que los protagonistas se están metiendo, sin darse cuenta, en la boca del lobo y la terrible convicción de que la historia va a acabar mal. Y el sabor de boca cuando llegué a la última página. Buf... Historia potente u personajes potentes. Me tocó mucho. Cuando fui a ver la adaptación cinematográfica, realizada por la misma autora,dirigida por la Champion y protagonizada por Meg Ryan (muy alejada de su registro habitual) volvió a tocarme a pesar de que el final es otro.

Susana Martín Gijón
Pues me voy a ir a una novela gráfica, Persépolis. Conocer la revolución islámica a través de la mirada de una niña, Marji, y vivir con ella lo que significó en su vida y en la de tantas mujeres me removió hasta los cimientos. Para mí, un imprescindible.




Graziella Moreno
No es fácil decidirse por un libro que te haya marcado. Son muchos, y algunos forman parte de tu vida sin que seas consciente. Uno de los que siempre está presente
es Soledad (“Soledat”) de Víctor Català, el seudónimo de una escritora catalana, Caterina Albert, que publicó en 1909. La lucha de una mujer, Mila, en la búsqueda de su propia identidad más allá del matrimonio, de la sombra de su marido, me marcó como lectora y como escritora. Por su fuerza, por su manera de contar las cosas. Y en el siglo XXI, Dolores Reyes, escritora argentina, ha publicado su fantástica Cometierra, en la que las mujeres siguen buscado su identidad, frente a la crueldad, la prepotencia y el machismo. Dos novelas, dos siglos, la misma lucha.


Susana Rodríguez Lezaun
Leí Matar un ruiseñor cuando tenía 15 o 16 años. Mientras lo hacía, no tenía ni idea de que Harper Lee era una mujer. Con ese nombre debería haber sido un varón. No lo descubrí hasta que llegué a la contrasolapa, sin foto, y vi que decía "nacida en...". Lo leí una vez, asombrada, luego vi la película y volví a leer el libro de un tirón para captar lo que se me había escapado en la primera lectura. Veía a Atticus, veía al acusado, veía a Scout. Lo veía todo en las páginas. Y el racismo, la separación de clases y la determinación del abogado. Crudo y directo. Real. Me impresionó muchísimo. Hoy, tengo cinco versiones de este libro en diferentes idiomas. Para mí, como persona, hubo un antes y un después de Matar un ruiseñor.

M. Carmen Sinti
Me han pedido que os recomiende un libro escrito por una mujer que me haya marcado. He estado
recapacitando y me he dado cuenta de que en mis primeros pasos como lectora me dejé llevar de la mano de muchas autoras pues las primeras novelas que leí fueron de Enid Blyton y, muy poquito después, ese campo lo ocupó Agatha Christie, que me descubrió todo un mundo de misterio que desde hacía tiempo yo venía anhelando.
Pero de entre todos los libros de aquella época en la que estrenaba esas sensaciones de descubrir historias y que estaba decidiendo si creérmelas o no, hubo una novela que me marcó especialmente, y mucho más porque me la recomendó mi padre, un hombre que no había tenido la oportunidad de ir a la escuela de niño pero que había aprendido lo básico con mucho amor propio y lo primordial con muchas experiencias vividas.
Y yo le hice caso y cogí de sus manos ‘Siempre en capilla’ de Lluïsa Forrellad, una novela que relata la lucha de tres médicos jóvenes durante una durísima epidemia de difteria en Inglaterra en el siglo XIX. Me dejó con la boca abierta.
Lluïsa Forrellad ganó el premio Nadal de 1953 con esta novela y no fue hasta después de más de 50 años de silencio cuando publicó en 2006 ‘Fuego latente’, que narra una historia romántica ambientada en la convulsa Barcelona de finales del siglo XIX, donde se entremezclan pasiones, secretos y revueltas. La leí y también me gustó, pero no sentí lo mismo que con la primera, quizás porque yo no había cumplido ni mi segunda década aún.
Y para un lector, el momento en el que lee un libro está íntimamente ligado con lo que siente y recuerda de por vida.

Jimena Tierra
Anne Sexton. Su poemario completo antes de suicidarse creo que es lo que más me ha marcado
'Esperando morir', de Anne Sexton. Debajo del Pulitzer había una mujer enterrada en vida, deseando dejar de ser.

(Os dejo el enlace a la poesía recomendada por Jimena recitada por Tomás Galindo.)
Esperando morir


Gracias a estas 8 escritoras, gracias a todas y feliz día de la mujer!




viernes, 6 de marzo de 2020

Progenie, de Susana Martín Gijón. Las familias han cambiado

Progenie de Susana Martín Gijón es una novela de mujeres (no para mujeres) porque las protagonistas son mujeres, las víctimas son mujeres y se reflejan muy bien las inquietudes y formas de actuar de estas.

Desde el primer momento me enganchó porque los personajes son personas muy normales, como nosotros, rápidamente te identificas con ellos. La narración transcurre en Sevilla y en un ambiente que todos vemos como familiar: tomar una cerveza fresca en una terraza en días de calor, verse inmerso en un atasco, o sobrevivir bajo un ventilador. Del mismo modo, el lenguaje es cotidiano, fresco, de la calle. Los capítulos son cortos y dan mucha vivacidad a la acción.
La acción se dispara desde el primer momento con el hallazgo de una mujer asesinada en medio de la calle. Pero las alarmas saltan cuando ven que lleva un chupete en la boca. Y además, Sole, la asesinada, está embarazada. El principal sospechoso es Alonso, su ex.

El grupo de investigación es de lo más variopinto y muy español. La inspectora, Camino, que lo es porque su jefe está grave en el hospital, es una mujer madura, independiente, no quiere ataduras de ningún tipo. Como mascota tiene una colonia de hormigas. “Esos insectos representan todo lo que ella no es. Liviana con el seguimiento de las normas, le cuesta obedecer las órdenes con las que no comulga y los convencionalismos impuestos por una sociedad de la que se siente ajena con demasiada frecuencia”

Tenemos a Teresa, una mujer a punto de jubilarse que va a la comisaria con la bolsa de la compra; Lupe y Fito que se sienten un poco minusvalorados, Pascual, recién divorciado que se tiene que tragar los discursos feministas de su jefa. Todos aportan su grano de arena en la resolución del caso.

Lo que Progenie me ha transmitido a mí, es la forma en que las mujeres afrontan la maternidad hoy en día, porque nos muestra la enorme variedad de madres que hay. Por un lado tenemos a las mujeres que simplemente no quieren tener hijos (Camino) y a las que la sociedad tilda de egoístas. La pareja de mujeres homosexuales que desean tener un hijo al que cuidar que las perpetúe en el tiempo. La mujer sin pareja que desea un hijo y que está dispuesta a cargar con todo el trabajo que conlleva estar sola. La mujer demasiado mayor que no quiere perder el último tren y quiere quedarse embarazada. Todas ellas acuden a una clínica de reproducción en busca de ayuda.

El segundo tema importante es la situación de desventaja que seguimos teniendo las mujeres en un mundo que sigue siendo machista. Esta frase creo que resume perfectamente la situación “Un mundo en el que se les ha vendido a las mujeres una falsa igualdad acompañada de libertad para trabajar como los hombres, pero que implica algo que no les cuentan: si quieren ascender en el escalafón como ellos, no se pueden distraer. Y ser madre es una distracción imperdonable”.

Progenie es una novela fresca, rápida, con toques de humor, con una trama que te mantiene en vilo. Esperemos que Susana Martín Gijón nos regale otra muy pronto.