Ayer, sábado 16 de octubre, se celebró el octavo encuentro en
Navalanegra, que como ya sabéis o deberíais saber, es el proyecto organizado por el
Ayuntamiento de Navalagamella y el
Club cultural Navalanegra en el que escritores y lectores de género negro se reúnen mensualmente para hablar de este género.
Ayer los invitados que vinieron para hablar de la influencia del espacio físico en la novela negra fueron
Pedro de Paz,
Jerónimo Tristante, Graziella Moreno, Juan Ramón Biedma y Jon Arretxe. Además, los asistentes tuvimos un regalo.
Paco Gómez Escribano nos iba a presentar su nuevo poemarío,
Versografía Maldita publicada por el
grupo editorial Tierra Trivium e íbamos a poder comprarlo un mes antes de la fecha oficial de publicación. No me digáis que no es un lujo.
Los invitados eran los que debían ser. Empezaron a hablar de novela urbana y novela rural pero claro, el marco físico, no es sólo el escenario en el que se desarrollan las novelas, también influye en la historia el espacio temporal en el que ocurren las historias negras.
Pedro de Paz sitúa su novela
El hombre que mató a Durruti en el Madrid de la guerra civil;
Graziella Moreno sitúa
Invisibles en la Barcelona actual;
Jon Arretxe, cuyas novelas han sido siempre urbanas, nos contó lo que le costó escribir la última novela publicada de Touré,
No digas nada, ya que se desarrolla en un marco rural porque en este ambiente necesariamente hay menos personajes y los conflictos son más limitados.
Biedma, que acaba de recibir el
premio Fernando Quiñones, incluyó entre los escenarios las novelas que no son ni rurales ni urbanas y que se producen en lugares que no son reales, aunque se basen en lugares existente. Nos recordó cómo
Onetti desarrolló todas sus obras en
Santa Teresa, un lugar imaginario basado en
Montevideo, donde reside todo el mal que el lector pueda buscar. Cuando tomó la palabra
Jerónimo Tristante nos hizo ver que el lugar en el que se desarrolla la novela condiciona la historia mucho más de lo que podemos imaginar. Y dijo algo en lo que personalmente coincido, el lector necesita cambiar de espacio y de historia. El lector, al menos el que lee compulsivamente, necesita leer historias originales y diferentes por lo que es necesaria la novela negra clásica, la policiaca, el domestic noir, la rural… Todas son necesarias. Después, como no podía ser de otra manera, se habló de cómo nos seduce el mal.
Graziella Moreno, jueza, habló de como cualquier persona es capaz de cometer actos delictivos sin necesidad de ser psicópatas.

Después
Paco Gómez Escribano nos habló de su nuevo libro,
Versografía Maldita que incluye poemas existencialistas y unos relatos cortos que narran los pensamientos que tiene un tipo de su barrio, Canillejas, mientras está sentado en un parque por la noche.
Paco nos leyó un poema,
Pedro de Paz otro y
Riber nos leyó un relato. Nos supo a poco. Tanto los poemas como los relatos son desgarradores, desgarradores en el perfecto sentido. De verdad os los recomiendo.
Desde luego es de agradecer el esfuerzo que hacen los organizadores para que cada mes en encuentro sea especial y para que, cuando nos vamos, estemos pensando en el siguiente encuentro.
Y no me enrollo más porque yo no lo voy a contar como ellos. Ayer aprendimos muchas cosas, nos reímos mucho, debatimos, conocimos a unos escritores que pese al éxito que tienen resulta que son unos tipos estupendos… Cuando nos volvimos a nuestra casa, en la frontera de México, envueltos en una noche oscura bajo una luna asesina, seguíamos hablando de lugares mágicos y de lugares malditos en los que ocurren cosas terribles. Os espero en diciembre en
Navalanegra, quién sabe lo que nos esperará.