Cuando terminas una novela y te queda en la boca un regusto amargo, suele ser una buena novela. Esto pasa con Tiempo de ratas, de Marc Moreno, una fotografía de un barrio sin apenas oxígeno.
Marc Moreno ganó el VIII premio Crims de Tinta con Tiempo de ratas segundo título de la interesantísima colección Marrajo de la Editorial Milenio.
Eloy es un tipo sin demasiadas luces, un superviviente del barrio de la Verneda en Barcelona que pasa la mayor parte del tiempo con sus colegas el Charly y el Mentiendes bebiendo y drogándose, siempre que se puede, claro. Cuando su vecino, conocido traficante del barrio, le ¿pide? que le guarde una mochila con 8 kgs de coca hasta nuevo aviso, Eloy sabe que su vida va a cambiar, y en el barrio nada cambia a mejor.
Tiempo de ratas es el retrato de la sociedad que ninguno de nosotros quiere ver. Familias desestructuradas que sobreviven a duras penas entre adicciones, malos tratos, desesperanza y resignación.
Eloy y sus amigos se dejan llevar y van improvisando ante los problemas. Después de pasar un tiempecito cogiendo de la mochila algún gramo para pasar la tarde Eloy se da cuenta de que en el barrio llamar la atención suele terminar en tragedia. La familia gitana que manda en el negocio de la droga del barrio se mosquea con él, los Mossos que sacaban tajada del menudeo del vecino se mosquean con él, sus propios amigos se mosquean cuando Eloy cierra el grifo y no nos olvidemos del vecino, que va a volver algún día a reclamar la mochila y se va a mosquear con él.
Tiempo de ratas es dura, no hay personajes de cuentos de hadas. Todos los personajes que pululan por el barrio son gente despreciable, pero las circunstancias que les llevan al desastre son las que son y no tienen interés alguno en buscar circunstancias mejores. Ellos son Eloy, el Charly, el Mentiendes, la Jessi, la madre de Eloy, el padre de Eloy, el padre del Mentiendes y la mochila, un personaje que provoca una convulsión en el barrio, que se mueve de manera esquiva por toda la historia y que contribuye con indiferencia a crear una atmósfera de violencia, corrupción, miedo e inseguridad. Todos ellos nos recuerdan que si naciste pa martillo, te sale un vecino narco…
Marc Moreno no describe a la clase trabajadora con la idealización de Dickens. Los personajes de Tiempo de ratas son ratas, pero es que los que viven en las cloacas no pueden convertirse en mariposas. Los diálogos reproducen fielmente la jerga del barrio, sin florituras pero de manera certera. La poca capacidad de elección que tienen los personajes de Tiempo de Ratas es el mismo que encontrábamos en las novelas de Zola y es el mismo que encontramos en las novelas de autores como Paco Gómez Escribano que retrata también el barrio de Canillejas de Madrid lleno de personajes también empujados al desastre, en junio ya os recomendé Prohibido fijar cárteles publicada en la misma colección de la Editorial Milenio.
Así que os la recomiendo sin duda. Tiempo de ratas en una novela genuinamente negra que os va a dejar un regusto amargo, y ya os he dicho que esa es una muy buena señal. No os la perdáis, nens
Editor: Milenio
Fecha de lanzamiento: febrero 2018
EAN: 978-8497438056
ISBN: 9788497438056
Número de Páginas: 232
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