última página, al llegar a un final tan inesperado, sentí una sensación de vacío que empieza a ser frecuente en mí con tantas sagas literarias y con tantos maratones de series.
Javier Sagastiberri nos ha acompañado durante un par de años (es de agradecer su rápida pluma) a identificarnos con las ertzainas Iztiar Elcoro y Arantza Rentería en las cuatro novelas que componen esta saga. Son dos mujeres muy diferentes entre sí. Itziar es la razón y Arantza es el misterio.
Iztiar Elcoro, que sigue afincada en Bilbao, viaja al Goierri tranquila comarca guipuzcoana en la que ha sido asesinado Ernesto Compton, empresario perteneciente a una secta anarquista, surgida a raíz del 15-M. Itziar decide investigar esta muerte en parte porque en el Goierri pasó la infancia su compañera Arantza Rentería, de la que no sabe nada tras la terrible muerte de dos compañeros. Allí conoce al Padre Muniategi que le pondrá al día de las historias locales y de parte del pasado de Arantza.
Itziar tiene que investigar dos misterios, el asesino que está acabando con los cabecillas de una secta a la que parece que le queda poco recorrido y, al mismo tiempo, tiene que reconstruir el pasado de su compañera. Necesita saber dónde estuvo antes de ser adoptada y donde se encuentra después de la muerte de sus compañeros. También cuáles fueron los hechos que forjaron esa personalidad tan fría y tan oscura. Pero hay cosas del pasado que no quieren ser descubiertas.
El título de cada capítulo hace referencia al personaje desde cuyo punto de vista es narrada la historia. El narrador va uniendo partes de diferentes realidades ocurridas en presente y en pasado y es el lector quien va recomponiendo las imágenes de este caleidoscopio hasta componer una nítida fotografía que cierra la saga.
Por supuesto, en una novela de Sagastiberri no podían faltar los cameos de los más insignes personajes de otros autores del llamado Txapela noir, pero esto os dejo que lo descubráis vosotros.
Esta novela no tiene el ritmo de un thriller ni el de una investigación a contrarreloj. Los paisajes y las gentes del valle tienen un compás más lento. Los recuerdos del Padre Muniategi van completando la historia de la infancia de Arantza. Estos son quizás los pasajes que más me han gustado, los recuerdos de un sacerdote que ayuda a una niña y que no deja de ayudarla aunque ella crea que no necesita nada de nadie.
El ritmo de la novela es pausado, más lento que las que se desarrollan en Bilbao, pero el final es tan sobrecogedor como en la anterior novela, Un dios ciego. Una vez que el lector une los diferentes cristales del caleidoscopio se produce una explosión de la que nadie podrá salir ileso.
Ahora nos toca esperar un poco hasta que Javier nos presente a sus nuevos personajes. Cruzad los dedos para que no tardemos en hacerlo aunque mientras tanto podemos releer las novelas de Arantza e Itziar para llenar el vacío post saga. Os advierto que casi es más emocionante imaginar los personajes que conoceremos en la próxima novela de Sagastiberri. Si el que no se contenta es por qué no quiere.
Colección: Cosecha roja, 35
Formato: 135 x 205 mm
Páginas: 304
Encuadernación: Rústica
Fecha de publicación: 29-05-2019
ISBN: 978-84-9109-465-4
Hola.
ResponderEliminarNo había oído hablar de esta saga pero lo que nos cuentas no pinta nada mal. La dejaré en barbecho para una futura lectura que, por ahora, tengo demasiado pendiente y quisiera aligerar la lista.
Un saludo y gracias por la reseña.
Te encantará. Un beso
ResponderEliminarHola!!
ResponderEliminarSolo el nombre me llamo la atención.gracias por la recomendación.
Besos💋💋💋