Después
de llevarnos de fiesta a Basauri en la Banda de Arruti , Jon Arretxe hace un
guiño al “rural noir” y presenta No digas nada, una novela negra ambientada en
el frondoso pirineo navarro.
Touré,
detective, vidente, cantante y gigoló africano, se traslada, harto de los
problemas que tiene en el barrio bilbaíno de San Francisco, a un pueblo del
pirineo navarro buscando una vida tranquila. Trabaja como pastor a cambio de un
colchón de lana y algún euro de vez en cuando. Como el emigrante es un
superviviente nato, aprende a coger cangrejos en el río y setas en el monte, manjares
que degusta con su amigo Adama en la gasolinera del pueblo. Sin embargo la vida
en este pueblo no es tan tranquila como parece. Las rencillas entre los
vecinos, la envidia y los bulos campan a sus anchas. Cuando uno de los vecinos
encarga a Touré que descubra quién le ha cortado la cabeza a su burro con
una motosierra, el detective no sospecha
que este aparentemente sencillo encargo va a alterar su vida en el paraíso y la
vida de todos los que le rodean.
Como si
se tratara de una película de Alex de la Iglesia, la historia va acelerándose a
ritmo de los Muse hasta un final enloquecido que llena la noche navarra de
ruidos horripilantes. El ambiente pastoril que esperábamos encontrar en Orbe,
el pueblo imaginario al que se ha trasladado Touré, es aniquilado rápidamente
por motosierras, palas, todoterrenos y heavy metal.
A
partir del momento en el que empieza a investigar el misterio del burro
decapitado empieza a descubrir algunos de los secretos que guarda el pueblo de
Orbe y, como todas las historias en las que se ve involucrado Touré, la cosa se
va enredando hasta límites insospechados.
Si
Touré se sentía observado por las cámaras de Bilbao va a descubrir que en un
pueblo perdido la vigilancia es aún más extrema. El detective va a ser observado por tantos
pares de ojos como vecinos hay. La vida en Orbe es un universo que quiere
mantenerse aislado y que recela de cualquier interferencia que venga del
exterior. ¿Qué van a pensar de un gigante negro con dotes de curandero que se
pone a hacer preguntas a todos los vecinos y que le hace tilín a una de las
pocas solteras del pueblo? El ambiente verde
oscuro y gris de Navarra y los caminos repletos de peligros hacen que Touré se plantee el
modo de reconstruir su vida una vez más.
El
primer mundo no parece el Edén que Touré buscaba ya que nadie es realmente
libre y el protagonista de No digas nada se ve obligado a trabajar de sol a sol.
"¿Estamos realmente en el Primer Mundo? No lo tengo muy claro , al menos en lo que a relaciones humanas se refiere"
Como la
fábula de Esopo del ratón de campo y el ratón de ciudad, Touré ha descubierto
por sí mismo los problemas que tiene un emigrante sin papeles en una gran
ciudad y los que tiene en un pueblo perdido del Pirineo, aunque llega a
plantearse si es su destino el que le hace darse de bruces con los problemas. Si
queréis plantearos vosotros también ese dilema y decidir si se vive mejor en el campo que en la ciudad, no dejéis pasar No digas nada y
bienvenidos al edén…
Editorial: Erein
Colección: Cosecha roja, 34
Formato: 135 x 205 mm
Páginas: 176
Encuadernación: Rústica
Fecha de publicación: 06-05-2019
ISBN: 978-84-9109-464-7
Editorial: Erein
Colección: Cosecha roja, 34
Formato: 135 x 205 mm
Páginas: 176
Encuadernación: Rústica
Fecha de publicación: 06-05-2019
ISBN: 978-84-9109-464-7
Hola.
ResponderEliminarParece una lectura entretenida pero, por ahora, me quiero quitar la pila de libros que tengo pendiente, quizá más adelante me anime a leerlo.
Un saludo y gracias por la reseña.
Hola!!
ResponderEliminarLo apúnto y como digo muchas veces los humanos pensamos en migrar y se nos arregla la vida es el pensamiento pero no es asi. Gracias por la reseña.
Besos💋💋💋
Hay que leer las novelas de Jon Arretxe, es todo un maestro en la creación de personajes, cada novela es un "más difícil todavía": no decepciona.
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