viernes, 17 de mayo de 2019

La casa alemana, de Annette Hesse. Nunca hay que olvidar


La casa alemana de Annette Hesse (periodista y guionista) no es solo una novela sobre los campos de exterminio nazis ya que nos aporta una visión desde el punto de vista de la población alemana de a pie. Además transcurre en Frankfurt en 1963, muchos años después del genocidio. Qué pueden contarnos de nuevo en la década de los 60 que no se supiera ya?. Pues lo más importante de la novela: nos revela cómo el pueblo alemán hizo borrón y cuenta nueva. Tras la segunda Guerra Mundial, se decidió no volver a hablar del tema. Los ciudadanos alemanes declaraban no saber nada de lo que había pasado y lo que es peor, decían que era imposible que hubiera muerto tanta gente, imposible que se hubiera usado semejante cantidad de Zyclon B, imposible que las atrocidades que les achacaban a personas que siguieron viviendo tranquilos entre ellos fueran verdad. El comportamiento de los padres de Eva es el comportamiento de la mayoría del pueblo alemán: Olvidémoslo, no hablemos de ello, aquello no pasó.

“Este proceso no es más que una farsa para tranquilizar vuestra conciencia”

Pero Eva, que a pesar de la oposición de todos, se convierte en traductora en el primer juicio de Auschwitz y comenzará a enterarse al traducir los testimonios de los judíos, empezará a enterarse asombrada de la verdadera historia del holocausto. Cada vez se siente peor, cada vez se siente más alejada de todos los que le rodean y de los que niegan lo que pasó.

Pero quizás lo más sobresaliente de la novela, es el sentimiento de culpabilidad que aflora tanto en alemanes como en judíos. Al lado de los que no quieren saber nada, surgen personas como Eva que se sienten culpables de todos los horrores que se hicieron a las víctimas aún cuando ella no tuviera nada que ver directamente. Y a la vez, el de los judíos que se sienten culpables de haber sobrevivido a sus familias. Este sentimiento les hace en muchas ocasiones convertirse en testigos del juicio pero también les empuja a la autodestrucción.

No hay que olvidar a los personajes nazis acusados y sus esposas, orgullosos, soberbios, no admiten nada de lo que hicieron, se sienten superiores, sienten que nada les puede pasar. Al final, las penas resultantes del juicio fueron bastante leves para la gravedad de los cargos. Los culpables son médicos, carniceros, tejedores, ordenanzas, dentistas…

La historia del juicio transcurre en paralelo con la de la familia Buhns. Por una parte el matrimonio que se mata a trabajar en su restaurante “La casa alemana”, gente buena y cariñosa con sus hijos. La de hija mayor, enfermera, un personaje un tanto extraño. El simpático hermano pequeño y el perro de la familia. Y claro, la historia de nuestra protagonista, Eva, traductora y cuyo mayor deseo en casarse con su rico y guapo novio Jurgen.

La casa alemana también pone de manifiesto la situación de las mujeres alemanas en los años 60, que al igual que en España, todavía necesitaban permiso de sus maridos para trabajar. Eva demuestra también en este tema una fuerza y una decisión extraordinarias, sigue su instinto y su voluntad a pesar de todos los demás.

Cualquier lector detecta desde el principio que hay algo oculto, algo que se nos tiene que desvelar tarde o temprano. Lo que puedo decir es que el final todas las tramas se van cerrando, todas las historias tienen su por qué. El final, me hizo conmoverme aún más que el juicio.

Nº de páginas: 464
Editorial: PLANETA
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación:Tapa blanda
ISBN: 9788408206767
Año de edición: 2019
Plaza de edición: BARCELONA

1 comentario:

  1. Hola.
    Tenía este libro en la lista de pendientes pero, con tanta reseña positiva que voy leyendo, me dan más ganas de leerlo. Algún día le llegará su turno.
    Un saludo y gracias por la reseña.

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