viernes, 29 de marzo de 2019

Sábado, domingo, de Ray Loriga. Quién no odia los domingos...

Esta semana os voy a recomendar Sábado, domingo, la última novela publicada de Ray Loriga, uno de los escritores que conformaron lo que el sociólogo Luis Mancha ha denominado en su documental La generación del Kronen.

Esta generación de escritores toma su nombre de la novela escrita por José Ángel Mañas, Historias del Kronen. En ella, el protagonista, es un joven de “buena familia” que no encuentra una meta por la que luchar ya que siempre ha tenido todo lo que ha querido sin necesidad de mover un dedo. Pasa el tiempo en un bar llamado Kronen bebiendo, drogándose y viviendo sólo para dejar pasar rápidamente el tiempo. Ray Loriga publica Lo peor de todo y, junto a ellos, nace una generación de escritores que reflejará la mentalidad de los jóvenes de los 90 de una manera visual y alejada del academicismo.

Después de unos años en los que sólo se oía hablar con inusitada nostalgia de los años 80 y su movida, parece que ahora le toca a los 90 y su generación X. Las camisetas de los escaparates muestran la cara de Kurt Cobain sobre un fondo amarillo flúor, convertido el genio en el nuevo icono de la juventud. Se reponen películas como El día de la Bestia de Alex de la Iglesia y Roy Loriga publica Sábado, domingo en el que recupera el tono de sus primeras novelas.

Sábado, domingo nos presenta un decisivo sábado en la vida de Federico, un joven que vive la vida sin preguntarse nada y que se deja llevar por los acontecimientos y por su amigo El Chino. Un sábado  por la noche, un día cualquiera, antes de ir a la fiesta de la prima de Federico, paran a tomar algo en un Vip´s. Allí conocen a Fernanda, una espectacular camarera con la que quedan al terminar la fiesta. Algo terrible ocurre esa noche, algo bañado de sangre que Federico no recuerda porque no quiere o porque no puede afrontar las consecuencias. Años después, un domingo, Federico no puede seguir ignorando aquel suceso y tiene que enfrentarse de cara a los recuerdos del hecho que ha marcado su vida.

La primera parte, el sábado, está marcada por el ritmo de la noche de Madrid. Un grupo de jóvenes con la única obligación de divertirse salen a la calle. Federico demuestra ser un joven indeciso y tímido que se deja llevar por lo demás aunque no podemos dejar de pensar si dejándose llevar Federico consigue una coartada para no cargar con la culpa que sus pecados le producen. Cuando despierta el sábado por la noche, después de un ataque epiléptico y de beber una ingente cantidad de alcohol, sólo sabe que algo horrible ha ocurrido entre El Chino, Fernanda y él. A partir de ese sábado la culpa le pesa como una losa, una culpa producida por un hecho que no recuerda pero que le produce dolor y vergüenza. Hasta que llega el domingo y, todos sabemos cómo son los domingos, largos y aburridos, un día que precede al terrible lunes y que nos obliga a recordar lo que ha pasado el fin de semana y a asumir las consecuencias.

Sábado, domingo es una novela que nos describe cómo son los recuerdos y cómo percibimos la realidad. En algún sitio leí que la mayoría de nuestros recuerdos no son ciertos, han sido magnificados o empequeñecidos, y esta es la atmósfera que se respira en la novela.

Así que si no queréis desperdiciar el fin de semana no dejéis pasar Sábado, domingo porque no dejaréis de leer hasta conocer qué es lo que hizo Federico y si os reconocéis en él. De esto no os arrepentiréis

viernes, 22 de marzo de 2019

Tres maneras de inducir un coma, de Alba Carballal. Un puzle perfecto


Tres maneras de inducir un coma es la primera novela que Alba Carballal escribe, que ha editado la editorial Seix Barral y que hoy, gracias a Babelio os recomendamos.

Federico es un perdedor que, sobrepasada la edad de la emancipación, vive con su madre en una televisión con piso. Tiene miedo a las alturas, al agua y a la vida en general. Mientras intenta saltar desde un trampolín en el Polideportivo de Chamberí recibe una llamada en la que le ofrecen un extraño trabajo.

Tres maneras de inducir un coma es un brillante collage en cuanto a la forma y en cuanto al fondo. Con muy pocos personajes, como si se tratase de una obra de teatro, se estructura una compleja trama en la que los giros argumentales no dan tregua.

El protagonista indiscutible es Federico que narra en primera persona gran parte de la historia. Es un tipo culto escondido en un chándal que observa y juzga lo que ocurre a su alrededor. No le gusta el mundo pero no tiene demasiado interés en cambiarlo y se deja llevar por las circunstancias sin mover un dedo por controlar su destino. En muchos aspectos me recuerda a Ignatius J. Reilly, el héroe de La conjura de los necios de Kennedy Toole, pero en una versión castiza y contemporánea. Su antagonista es Natalia Mendoza, hija de un rico empresario a la que no le tiembla la mano para conseguir sus objetivos. Ella sí que quiere cambiar las circunstancias en las que vive a cualquier precio. Alrededor de ellos giran unos personajes que, si bien no tienen el peso de estos, son imprescindibles; la madre de Fede, el padre de Natalia, Loli, la desvergonzada novia de Natalia, Susana el paño de lágrimas de Fede y Javier, el dueño del bar en el que sucede parte de la novela. Todos ellos viven en un mundo que parece ir en su contra, pero cada uno de ellos busca de manera completamente diferente su supervivencia.

Casi toda la novela está narrada en primera persona por Federico, pero él no es el único narrador. Otros personajes toman la palabra cuando tienen algo que decir, hay una parte narrada en tercera persona, hay guiones de televisión, hay voces internas de uno de los personajes, hay transcripciones de un juicio, cartas que uno de los personajes dedica a otro. Tres maneras de inducir un coma conforma un puzle perfecto en el que cada uno de los capítulos está escrito de la forma en la que debe ser escrita. Además las secuencias en las que se estructura la novela, están titulados como las novelas de caballería, no podía ser de otra manera con un personaje como Fede. Alba Carvallal divide la novela en secuencias que a su vez se dividen en capítulos cortos lo que da a la historia una rapidez increíble.

De cómo Federico conoció a Natalia, y de las cosas que ella le contó

Por otro lado, Tres maneras de inducir un coma es una novela de muchos géneros a la vez: humor negro, sátira social, novela negra, picaresca… qué más da.

Tengo que deciros que Tres maneras de inducir un coma es  una de las novelas que más me ha gustado en los últimos tiempos, una escritora joven ha conseguido con su primera novela dar una vuelta de tuerca a la ficción actual, tanto en la forma de narrar como en los temas que toca. No os la perdáis.

viernes, 15 de marzo de 2019

El caso Hartung, de Soren Sveistrup. ¿Quién juega con muñecos de castañas?

El caso Hartung es la primera novela de Soren Sveistrup, guionista de la famosa serie The Killing, que construye esta novela con potentes imágenes visuales y una velocidad vertiginosa en la acción.

Todo comenzó cuando el autor vio en la guardería de su hijo, niños haciendo muñecos de castañas y la imagen la pareció absolutamente siniestra. Él quería probar a escribir un thriller, él solo, sin todo el equipo que suele rodearle en las series.

Partimos de una historia principal, como un camino recto con múltiples bifurcaciones. A cada paso, cada vez que creen haber encontrado al asesino, surge una historia igualmente estremecedora. Las hay de abuso a menores, de enfermos con trastornos sexuales que se excitan viendo fotos de mujeres muertas…

La acción transcurre en Dinamarca, Copenhague, donde aparece muerta una mujer con una mano cortada y golpeada violentamente. A su lado, un muñeco de castañas.  Nada hay que ayude a la policía en la investigación del caso.
La pareja que investigará el asesinato es de lo más peculiar. Thulin, una mujer independiente, fuerte, acusada de ser adicta al trabajo y Hess un compañero que aparece rebotado de La Europol de La Haya y al que todos tildan de inútil. Al principio Hess da la sensación de que no quiere saber nada del caso y de que solo le importa volver a La Haya. Por eso, Thulin no cuenta con él. Pero poco a poco va dejando caer ideas quizás descabelladas pero que tienen sentido. Parece que nadie quiere que tenga razón.

La familia Hartung, un matrimonio y un hijo que aún no han superado la muerte de su hija, sobre todo porque aunque se detuvo al culpable, el cuerpo no se encontró nunca. Linu B se declaró culpable pero dijo no recordar qué había pasado o dónde enterró los trozos de la niña. La madre es la Ministra de Asuntos Sociales que vuelve al trabajo después de un año de baja.
Las cosas se complican cuando una segunda mujer aparece muerta con las dos manos cortadas y con otro hombrecillo de castañas. Pero en la castaña aparece la huella de Khristine Hartung. ¿Qué tiene que ver la niña con los asesinatos de estas mujeres?
Un tercer cadáver de una mujer hace que salten todas las alarmas. Lo único que tienen en común las tres mujeres es que tienen hijos. Pero ¿Por qué las castañas? ¿Por qué la huella de la niña en cada muñeco? Y sobre todo ¿cómo parar la escalada de mujeres asesinadas? ¿Cuál es el motivo del asesino?

Desde siempre me ha apasionado el Nordic noir, me gusta el ambiente frío que despide, tanto climatológicamente hablando como en el carácter de sus personajes. Pero si una cosa es común a todas estas novelas es la denuncia social y del sistema. En El caso Hartung la denuncia es claramente hacia los padres que no cuidan adecuadamente de sus hijos y al Estado que no sabe detectar estos casos ni ayudar a estos niños desamparados, abandonados a su suerte a veces con las peores familias de acogida que uno pueda imaginar.

Esta es una de esas novelas, que aparecen en nuestras manos de vez en cuando, que hacen que desees que llegue la hora de comer, no por hambre, sino para leer con avidez el siguiente capítulo. Además, aunque el caso queda totalmente cerrado, las historias personales de Thulin y Hess dan lugar a un segundo libro. No podéis dejar de leerlo.

sábado, 9 de marzo de 2019

La confesión de Joaquín Grau, de Gabriel Pérez Gómez, la tristeza de la guerra

La confesión de Joaquín Grau es la primera obra de Gabriel Pérez Gómez, periodista y doctor en Ciencias de la Información.

Nos encontramos en Biarritz en 1938. Un espía franquista, Joaquín Grau, profesional de la mentira, decide confesarse y entra en una Iglesia. El cura que le espera en el confesionario es español, es un nacionalista vasco, Don Elipio, de Rentería. Grau no sabe si es ético contarle todo lo que le va a contar, porque hay secretos del bando franquista. Entonces, el lector imagina a un espía antipático, duro, inhumano y a un cura intransigente y por tanto una confesión comparable a la guerra civil. Nada más lejos de la realidad. Grau necesita desahogarse, necesita contar todos sus recuerdos y que alguien le escuche. Efectivamente, nos vamos a encontrar con la confesión más anómala que podamos imaginar. Para nada se hace aburrida o densa. La prosa nos conduce con suavidad por distintos episodios de nuestra guerra.

Según nos cuenta el autor, todos los personajes menos los dos protagonistas son reales y “Todos ellos tenían sus razones y sus circunstancias”. Por las páginas de La confesión de Joaquin Grau veremos pasar gente como Agapito García Atadell o Ángel Pedrero, militares, políticos, el frente de Madrid, la vida en Marsella o la dulce Cataluña.

La novela nos hace entrar de lleno en la tristeza de una guerra “entre nosotros mismos”. El cura de Rentería se encuentra con una narración de carácter político, de escaramuzas de unos y otros para engañar al contrario, si bien en algunos momentos, todos se preguntan si el oponente no estará haciendo lo mismo.

No sé si el autor ha tenido una gran pericia al construir a Grau, no sé si Grau es un retrato de tantas personas de derechas de la época en cuya boca se ponen frases como esta:

“Y el Wodka era uno de los lugares más apetecidos, con un ambiente “poco republicano”, a pesar del nombre, cosmopolita, de gente bien vestida y mujeres arregladas, sin pinta de busconas ni de milicianas que han vuelto de no se sabe qué frente, con el olor propio de quien no se ha cambiado de bragas en el último mes”.

Yo, por el contrario,  agradezco que las mujeres no sean todas muñecas recién perfumadas que van a la Gran Vía a tomar un Martini y a entretener a caballeros desocupados, sobre todo si estás en medio de una guerra.

Es también patente en las charlas entre Grau y Don Elipio, la visión de los republicanos, todos, como estúpidos redomados que no saben lo que se traen entre manos y que parecen estar en el camarote de los hermanos Marx en vez de en una guerra. Si esperábamos que Don Elipio sirviera de contrapunto a la visión de derechas, estábamos equivocados. Porque Don Elipio se limita a escuchar y a recordarle de vez en cuando que “Me gustaría que fuera más claro al exponer los asuntos de los que usted se acusa”
No es hasta el final que sabremos de que se acusa Joaquín Grau : ”Me acuso de que, por mi torpeza, …”

Agradezco a Babelio y a la Editorial Espuela de Plata que nos haya dado la oportunidad de leer la novela de Gabriel Pérez Gómez.

ISBN 9788417146610
Fecha de publicación 01/2019
Editorial Ediciones Espuela de Plata
Colección Narrativa
Encuadernación Rústica
Número de páginas 352

viernes, 1 de marzo de 2019

La melodía de la oscuridad, de Daniel Fopiani. Un thriller oscuro bajo la luz de Cádiz

Después de Carcoma , Premio València Nova 2017, Daniel Fopiani acaba de publicar La melodía de la oscuridad, novela en la que nos presenta a un detective muy diferente a todos los que hemos conocido hasta el momento.

Adriano es víctima de un atentado de ETA y, ciego y desfigurado, vive alejado de todo lo relacionado con su anterior vida. Su único contacto con la realidad es su mujer, Patricia, a la que el atentado también le cambió la vida. Su ex compañero el teniente Román le pide ayuda, después de un terrible crimen que se ha producido en el Museo Arqueológico de Cádiz, Adriano encuentra así una manera de salir de la amargura en la que está inmerso y empieza a buscar con la Guardia Civil al primer asesino en serie que se conoce en Cádiz.

Los crímenes están perpetrados por un cruel asesino que reproduce los doce trabajos de Hércules. El lector sabe desde el principio quién es y cuáles son las causas que lo empujan a cometer estos asesinatos, así que puede centrar su atención tanto en la investigación de los guardias civiles como en las relaciones que se establecen entre los personajes.

Todos los personajes de La melodía de la oscuridad  viven sintiendo una terrible soledad. Adriano y Patricia no son capaces de ser felices a pesar del  amor que existe entre ellos. Él la necesita para todo pero a la vez le agobian los excesivos cuidados que Patricia le da. Desde el atentado se ha vuelto una persona arisca que no quiere salir de su propio mundo ni quiere enfrentarse a los problemas que su discapacidad le genera. Patricia es una mujer joven, que ama a su marido, pero que se da cuenta de que la melancolía de Adriano se ha apoderado también de ella. El teniente Román es un guardia civil que adivina la presión que va a suponer un asesinato tan mediático y busca ayuda en el compañero al que no ayudó tras el atentado. Alceo mató a sus padres en su juventud. Cuando conoce la leyenda de Hércules, el semidiós griego que después de matar a su familia logra expiar su culpa realizando doce trabajos, Alceo ve la manera de alcanzar el perdón y de desprenderse de la culpabilidad, cometiendo 12 asesinatos que representen los trabajos de Hércules.

 El protagonista que más interesante me parece es Acho, el perro guía, que toma el nombre del personaje de la saga de Stephen King, La torre oscura. El Acho de Stephen King es un animal, mezcla de perro y de mapache, que se convierte en uno de los componentes del grupo que  busca la torre que une los distintos mundos del universo King. El Acho de La melodía de la oscuridad es un perro que no sólo se convierte en los ojos de Adriano, también en los del lector, que conocerá parte de la historia a través de sus ojos. Acho será un miembro importante de la familia, un personaje sin el que Adriano no podría salir de su silencio. Acho es el único personaje que parece feliz, que no está solo, que no nota la tremenda oscuridad que envuelve al resto de los personajes y que consigue unir los universos de Adriano y de Patricia.

Así que no programéis más planes para este fin de semana y leed La melodía de la oscuridad. Daniel Fopiani ha escrito un thriller oscuro con un detective al que espero volvamos a ver.

Editor Espasa
Fecha de lanzamiento 08/01/2019
Colección Espasa narrativa
EAN 978-8467054200
ISBN 9788467054200
Número de Páginas 272