Reikiavik comienza en un oscuro local de Barcelona cuyos dueños, Los Ferruti, son los reyes del submundo barcelonés. Drogas, juego y trata de seres humanos se esconden dentro de los muros de ese antro. Hannu, mercenario albino acompañado por un rottweiler gigante y negro, es el encargado de acabar con los hermanos Ferruti y con todos los testigos que puedan relacionarle con los asesinatos. Pero el perro se pone delante de una joven y asustada prostituta y de su bebé y Hannu les perdona la vida. A partir de ahí, los cuatro deberán emprender una huida por una degenerada Barcelona escapando de mafiosos, policías corruptos y de sus propios fantasmas.
Junto a esta trama el autor nos presenta a Pietro, un asesino preso en Sicilia al que se le propone un trato. La libertad a cambio de su participación en un proyecto científico dentro de los muros de la IGT, centro científico en Islandia. Pietro será el primer ser humano tele transportado, apenas unos centímetros, pero quizás lo suficiente para perder su alma en el camino. En las blancas paredes de la IGT, Pietro se planteará cuestiones éticas y religiosas que hasta el momento no se había planteado.
Las dos tramas se desarrollan sin ninguna conexión aparente, podrían incluso ser dos novelas independientes. Una historia negra sobre un hombre que quiere terminar acabar con la maldad sobreviviendo a un caluroso verano barcelonés y una historia fría sobre un hombre que intenta no perder su alma en una blanca Islandia. Las escenas de Hannu son extremadamente violentas, las escenas de Pietro son extremadamente asépticas, pero no son menos violentas. En ambas queda claro que la vida no vale nada. Hannu asesina a ritmo de salmos, sin dudar, pertenece a los bajos fondos y en ellos hay que hacer lo que hay que hacer. Pietro pasa de ser un preso con aspiraciones intelectuales a ser un ratón de laboratorio. Vive en un laberinto de oro pero es consciente de que su vida ha pasado a ser un experimento y lo que le ocurra se deberá más a la suerte que a la ciencia.
En principio puede parecer que una historia de mafiosos y de persecuciones no puede tener nada en común con una historia sobre experimentos de física cuántica en un futurista (puede que menos de lo que creemos) laboratorio. Sin embargo el lector deja de sorprenderse rápidamente y entra de lleno en ambas historias empatizando con dos personajes tan fríos como las calles de Reikiavik. ¿Cuánto vale realmente la vida humana? ¿Qué límites pueden ser traspasados por la ciencia en nombre del desarrollo?
Hannu no busca su alma porque Reikiavik, su perro, es su conciencia. Quizás el rottweiler es el personaje que más valores tiene, quizás es el verdadero protagonista. El gigantesco can observa y guía a un dueño que muchas veces parece depender demasiado del criterio de su perro. A veces el perro nos resulta más humano que Hannu. Pietro se encariña de un caballo y también él descubre en el animal el destino que le espera. Dos hombres reflejados en sus animales.
La novela está dividida en cuatro partes: Génesis, Levítico, Salmos y Apocalipsis y alterna capítulos desarrollados en Barcelona y en Islandia. Dos tramas separadas por tiempo y por espacio, una se desarrolla en la Barcelona del 2016 y la otra en Islandia entre 2005 y 2010. Pero ambas comparten el sentimiento moral, o la falta de él, de sus protagonistas.
Reikiavik es una novela que hará que el lector se plantee muchas preguntas al terminar de leerla, algunas podrá contestarlas, otras no…
Nº de páginas: 296 págs.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: REINO DE CORDELIA
Lengua: CASTELLANO
ISBN: 9788416968596