
El Primer gran caso de
Yaiza Cabrera, escrito por Javier Holmes, se plantea así.
Yaiza Cabrera trabaja en una firma de auditoría de cuentas,
trabajo que en principio no parece muy apasionante para una mujer como ella.
Nada hace sospechar que mientras audita a un partido de extrema derecha la
joven incauta va a verse acusada de asesinato después de descubrir a su
ayudante muerto de esta humillante manera. Así, la joven economista, se ve
empujada a encontrar al asesino del difunto mientras intenta evitar que el
inspector Luis Bárcenas la envíe a la cárcel.
El argumento se desarrolla de manera ágil. Los
acontecimientos se amontonan y Yaiza no está acostumbrada a enfrentarse a
mafias políticas teniendo a la policía en contra. Pero encuentra un acompañante
que le va a servir de escudero, un profesor llamado Melitón que va a ser su
contrapunto.
La novela policíaca tiene, casi siempre un halo de
solemnidad. No es para menos, el crimen es algo muy serio. Desde los detectives
a la resolución del crimen, pasando por los motivos y el modo en el que se
produce el asesinato no suelen producir regocijo. No ocurre esto en El primer gran caso de Yaiza Cabrera. En esta novela tanto el crimen como la resolución
arrancan sonrisas en el lector. Los personajes
son todos, incluida la protagonista, personajes que, de puro tópico, parecen
reales. Economistas pudientes y desequilibrados, políticos corruptos,
investigadores privados que colaboran con una policía de lo más cercana…
El libro está narrado en primera persona por la protagonista,
protagonista femenina que está inmersa en un mundo masculino y que para
sobrevivir en él no duda en llevar al extremo los tópicos machistas que les
gustan tanto a los hombres: insolencia, coquetería, búsqueda de dominación en
el sexo… Es memorable le entrevista de trabajo que le hace a su ayudante.
“No me sentía
orgullosa del mal rato que le había hecho pasar a mi recién contratado
ayudante, pero además de habérmelo pasado estupendamente, brindé en mi interior
por todas aquellas mujeres que habían tenido que pasar por la humillante
situación de las lascivas miradas de quienes las entrevistaban.”
Acostumbrados a los detectives masculinos que explotan sus
atributos y su cinismo, ver a una aspirante a detective que reproduce tan
fielmente estas actitudes, subida en unos tacones, representa un soplo de aire
fresco. Quizás las mujeres estamos esperando una protagonista que no imite el
modelo masculino establecido en la sociedad y por tanto establecido en la
novela negra, pero con Yaiza Cabrera se establece una crítica velada. Los
arquetipos clásicos detectivescos chirrían si los reproduce una mujer joven,
parecen reales si los reproduce un hombre. El primer gran caso de Yaiza Cabrera, novela escrita por
Javier Holmes, un hombre, no hiperventiléis, logra que se cuestione la figura
de la mujer, y por tanto la del hombre, en una sociedad patriarcal, recreando
situaciones que de primeras podrían parecer meramente ficción pero que son
situaciones totalmente verosímiles.
En definitiva, dejémonos llevar y disfrutemos sin prejuicios
del primer gran caso de esta joven auditora reconvertida en azote de la
corrupción y divirtámonos con El Primer gran caso de Yaiza Cabrera de la mano
de Javier Holmes.
Una bonita reseña; muchas gracias
ResponderEliminarGracias a ti. Me ha encantado la historia de Yaiza
EliminarA ver si nos salimos un poco de estereotipos, que va haciendo falta.
ResponderEliminarSí, hace falta!!
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