
Ander Azurmendi, el sacerdote protagonista de El
negro y la gata ha sido apartado del sacerdocio y ejerce como profesor de
antropología en la universidad de Deusto. El rector de la universidad solicita
la ayuda de Azurmendi tras el robo de dos valiosos ejemplares de una biblioteca
privada, en concreto El Principia Mathematica de Newton y El elogio de la Locura de Erasmo de Rotterdam. Al mismo tiempo, se producen en Bilbao varios
atentados contra importantes símbolos religiosos y culturales que son
atribuidos a un grupo político nihilista llamado PSP, tras los cuales aparecen
en la prensa, publicados en latín, fragmentos de la obra de Erasmo.
Azurmendi ha cambiado en esta novela. Ya ha
superado las batallas interiores que tenía al ser un sacerdote sin fe, enamorado
de una mujer. Ahora es un hombre más seguro aunque sigue teniendo conflictos.
Continúa, con altibajos, su relación con Ane. Han acordado darse distancia y
esto hace que sea difícil que cada uno encuentre el espacio que quiere en la
relación. También tiene que elegir el el plano sentimental entre Ane, el amor,
y Miren, una compañera que representa la pasión.
En el caso Newton hay dos tramas distintas que
terminan encajando la una en la otra. Por un lado está el robo de las valiosas
obras literarias de una biblioteca privada en el centro de Bilbao y por otra
los atentados. El ambiente narrativo nos recuerda a los escenarios de El nombre
de la Rosa de Umberto Eco, en ambas el enigma gira alrededor de manuscritos
antiguos, en valiosas bibliotecas, con protagonistas del clero, sectas
secretas, herejías y crímenes. Azurmendi tiene que salir de Deusto para
continuar su investigación en el Trinity College de Cambridge, donde se
entrevista con el Decano, Mr. Kapoor, premio Nobel de Economía, que es la
representación académica de la ciencia y de la razón. Aunque nadie es lo que
parece.
Durante toda la trama se mezcla la realidad con la
ficción, incluso dentro de la ficción. Tanto Newton como Erasmo tienen un peso
importante en la novela, siendo ambos grandes pensadores, podríamos pensar que
son símbolos de la razón y la ciencia. Newton representa la razón por
medio del Principia Mathematica y Erasmo, sacerdote católico, humanista y filósofo, la pasión en su Elogio de la Locura. En la investigación, salen a la
luz aspectos de Isaac Newton que quizás no son tan conocidos, gran
parte de sus investigaciones se centraron en la alquimia y en la búsqueda de la
piedra filosofal y tuvo relación con una poderosa logia secreta. Esta es, quizás, la esencia de El caso Newton. Nadie ni nada es realmente lo que parece. ¿Hasta
dónde la verdad que damos como buena es real? ¿Hasta dónde los dogmas que son
el pilar de nuestra cultura han sido manipulados? Quizás el término “posverdad”
ha sido creado recientemente, pero es evidente que el concepto ha existido
siempre. El caso Newton habla de cómo la mentira transforma la verdad y
cómo la realidad puede crearse a partir de hechos que la gente quiere o
necesita creer, a pesar de no ser reales. La información que recibimos en las
redes sociales y la prensa intoxica la verdad, pero antes de esto ¿no
contaminarían los estamentos religiosos, políticos y económicos la realidad de
la misma manera?
Aunque la prosa es serena y las descripciones, tanto
de los escenarios como de los personajes tienen una cadencia suave, la trama es
muy rápida. Los acontecimientos se van desencadenando de manera veloz. A la
vez, la historia personal de Azurmendi va marcando el ritmo de la narración.
Os recomiendo que leáis El caso Newton, otro acierto
de la colección Cosecha Roja de la editorial Erein, para que decidáis si estáis
con la razón o con la locura. Si preferís, dejaros llevar por las
circunstancias sin elegir, aunque eso es ya una elección, creo…
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