viernes, 18 de mayo de 2018

Las hijas del capitán de María Dueñas. Un bello homenaje a las mujeres emigrantes


Maya Velasco. Las hijas del capitán es una historia, a veces desgarrada, sobre la emigración de españoles a Estados Unidos en los años treinta. María Dueñas nos la cuenta.

Emilio Arenas, malagueño decide abandonar sus andanzas y quedarse en Nueva York y abrir el restaurante El Capitán. Hace venir a su esposa, Remedios, y a sus tres hijas, que no lo aceptan con agrado. Una vez allí, se encuentran en un mundo absolutamente nuevo, con un idioma que no conocen y una ciudad enorme y abrumadora. Para colmo, su padre muere repentinamente en un accidente dejándolas solas a su suerte y con un montón de deudas. Si bien la madre se viene abajo y no reacciona, las tres hermanas se unen para luchar por su futuro y poco a poco, van tomando el rumbo de sus vidas. Deciden seguir con El capitán buscando a su vez otros trabajos.
La madre es una mujer amargada por la ausencia de su marido, por los reveses que a menudo tienen y por su afán de casar a las hijas y volver a España. Lejos de ayudarlas a salir adelante, no hace más que criticarlas.

Victoria, la mayor, se encuentra un poco encerrada en el restaurante, añora la vida libre y divertida de Málaga: 

"A diferencia de sus hermanas, solía llevar el pelo recogido y sus rasgos eran algo más sutiles y un poco menos marcados; con su nariz fina y los pómulos altos, sus grandes ojos negros y el rostro ovalado, quizás tenía la belleza más canónica de las tres"

Mona, la mediana, es la más atrevida. Nada parece poder con ella y cada día inventa nuevas ideas para salir de su pobreza:

"...ágil, viva, con una rapidez casi animal en la vista, la lengua y la mente que la impulsaba a reaccionar con soltura y sin brida cada vez que la coyuntura lo requería".

Luz es la más independiente y lleva el arte en las venas. Esta independencia hace que su historia sea la más dura:
"…parecida a las mayores y dueña simultáneamente de algo distinto que la hacía singular: el pelo un tono más claro, el cuerpo algo más carnal, un poco más recortada en estatura; la más alegre y vivaracha de las tres"

Alrededor de ellas pululan cantidad de emigrantes venidos de España y cuyo rasgo común será la pobreza, la solidaridad y el deseo de volver a sus lugares de origen. Aunque ellas al principio tienen una actitud altiva, cada vez que ocurre alguna desgracia, todos los compatriotas se unen para ayudar ("aquella gente se ayudaba entre compatriotas como las criaturas de una misma manada"). Forman sus asociaciones, hacen funciones y viven en las mismas zonas.

Entre los personajes históricos, encontraremos como no, a Xavier Cugat y a Alfonso de Borbón, ciudadano español en el exilio, enfermo, pero siempre dispuesto a una buena juerga.

María Dueñas demuestra su alto grado de compromiso con sus obras ya que es patente que se ha documentado profundamente sobre la ciudad, de la que a menudo da detalles e itinerarios, restaurantes famosos, ambiente, costumbre de los distintos inmigrantes, iglesias...


El lenguaje está perfectamente adaptado a cada personaje. Para nuestras protagonistas utiliza multitud de expresiones populares como "criando malvas", "no seas tan tola" o "céntrate, so tonta", la mezcla de lenguas de los caribeños…

La primera novela de María Dueñas, El tiempo entre costuras, fue un éxito rotundo en 2009. En mi opinión, ninguna de sus siguientes obras llega a su altura, si bien Las hijas del capitán es amena y como ya he dicho, está muy bien documentada. Algunos de los sucesos son más bien predecibles. También he encontrado que se demora en las historias de demasiados personajes, lo que a veces hace la lectura un poco densa.

En líneas generales, Las hijas del Capitán es amena y nos da una visión de un fenómeno poco conocido en España: la vida de aquellos que tuvieron que partir tan lejos a encontrar otra vida que aquí no podían tener y que a duras penas consiguieron.

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