viernes, 25 de mayo de 2018

La banda de Arruti, de Jon Arretxe. Cuatro delincuentes en las fiestas de Basauri


Jon Arretxe deja descansar a Touré para llevarnos a las fiestas de Basauri. Con la banda de Arruti beberemos, comeremos, pelearemos, correremos y bailaremos al ritmo de Georgie Dann.

De La banda de Arruti, amigos del instituto, ya sólo quedan los cuatro personajes de la novela de Arretxe. Son los veteranos de los ochenta, muchos de sus amigos han muerto y ellos intentan reconducir sus vidas. Ereño sale de la cárcel con información privilegiada, sabe dónde está el botín de un robo a la más importante joyería de Basauri. Para tener apoyo en la búsqueda de las joyas y, un poco también por amistad, contacta con sus colegas. Delgado es un macarra que expío sus pasadas culpas entrando en un seminario para así poder cometer nuevas fechorías. Urrutxurtu es un corrupto policía municipal que se ha convertido en el azote de manteros y desheredados y Arruti, narcotraficante y cerebro, quizás algo trasnochado, del grupo. Pero a los integrantes de la banda no les ha abandonado nunca la mala suerte y emprenderán a trompicones esta última misión deseando huir de su presente. Pero una misión aparentemente sencilla, se les complica por momentos.

“En algún recoveco de su cerebro tiene que haber una solución para salir de las arenas movedizas en las que se está hundiendo. Arruti intenta analizar su situación fríamente, pero le resulta muy difícil, todo se está enredando y, después de dar una y mil vueltas a sus problemas, siente que le va a estallar la cabeza”

Arretxe en esta ocasión se aleja de Bilbao y de otras grandes ciudades para situarse en su pueblo natal, Basauri, un lugar donde todos se conocen y de donde todos quieren huir. Los de fuera conoceremos la Iglesia del barrio de Ariz, los bloques de edificios grises, la escultura de Lizaso que además de ser el símbolo de Basauri es el punto central de la historia, a San Fausto, a San Faustín y a la Eskarabillera.

La trama es rápida, los sucesos (de los que quiero hablar y no puedo) golpean (en sentido figurado y literal) una y otra vez. Pero los personajes no dejan de ser unos delincuentes de segunda que van improvisando como pueden, para asegurarse una nueva vida. Ereño busca un futuro en un paraíso tropical, Delgado busca huir de la situación a la que sus excesos sexuales le han llevado, Urrutxurtu quiere dejar la policía y sus asuntos turbios y Arruti quiere huir de las bandas de narcotraficantes que hacen peligrar su negocio en Basauri. Los cuatro tienen prisa, los cuatro necesitan el botín, los cuatro confían en sus amigos, o casi, porque todos guardan secretos.

Arruti es el personaje alrededor del cual giran los demás. Es un personaje frío, calculador y distante. Es el personaje que yo llevo esperando mucho tiempo y mucho noir, pero la espera ha merecido la pena.



La primera parte está narrada en primera persona. La segunda parte está narrada en segunda persona, la tercera, en tercera persona... Algo que en principio podría parecer complicado al lector, en esta historia es algo natural, cada capítulo está narrado en la persona que le corresponde, pero claro, no todo escritor se puede permitir estos lujos, Arretxe obviamente sí. La banda de Arruti es una novela impecablemente construida.

Deberíais hacerme caso, si no a mí, al San Faustín de la portada. La banda de Arruti es una novela sorprendente, rápida, impactante, con un ritmo brutal. Una novela imprescindible y otro acierto de la Editorial Erein.

Autor: JON ARRETXE

ISBN: 978-84-9109-287-2
EAN: 9788491092872
Editorial: EREIN
Colección: COSECHA ROJA
Idioma: Castellano
Año de edición: 2018
Formato: RUSTICA
Número de páginas: 168
Tamaño: 205x135



A

viernes, 18 de mayo de 2018

Las hijas del capitán de María Dueñas. Un bello homenaje a las mujeres emigrantes


Maya Velasco. Las hijas del capitán es una historia, a veces desgarrada, sobre la emigración de españoles a Estados Unidos en los años treinta. María Dueñas nos la cuenta.

Emilio Arenas, malagueño decide abandonar sus andanzas y quedarse en Nueva York y abrir el restaurante El Capitán. Hace venir a su esposa, Remedios, y a sus tres hijas, que no lo aceptan con agrado. Una vez allí, se encuentran en un mundo absolutamente nuevo, con un idioma que no conocen y una ciudad enorme y abrumadora. Para colmo, su padre muere repentinamente en un accidente dejándolas solas a su suerte y con un montón de deudas. Si bien la madre se viene abajo y no reacciona, las tres hermanas se unen para luchar por su futuro y poco a poco, van tomando el rumbo de sus vidas. Deciden seguir con El capitán buscando a su vez otros trabajos.
La madre es una mujer amargada por la ausencia de su marido, por los reveses que a menudo tienen y por su afán de casar a las hijas y volver a España. Lejos de ayudarlas a salir adelante, no hace más que criticarlas.

Victoria, la mayor, se encuentra un poco encerrada en el restaurante, añora la vida libre y divertida de Málaga: 

"A diferencia de sus hermanas, solía llevar el pelo recogido y sus rasgos eran algo más sutiles y un poco menos marcados; con su nariz fina y los pómulos altos, sus grandes ojos negros y el rostro ovalado, quizás tenía la belleza más canónica de las tres"

Mona, la mediana, es la más atrevida. Nada parece poder con ella y cada día inventa nuevas ideas para salir de su pobreza:

"...ágil, viva, con una rapidez casi animal en la vista, la lengua y la mente que la impulsaba a reaccionar con soltura y sin brida cada vez que la coyuntura lo requería".

Luz es la más independiente y lleva el arte en las venas. Esta independencia hace que su historia sea la más dura:
"…parecida a las mayores y dueña simultáneamente de algo distinto que la hacía singular: el pelo un tono más claro, el cuerpo algo más carnal, un poco más recortada en estatura; la más alegre y vivaracha de las tres"

Alrededor de ellas pululan cantidad de emigrantes venidos de España y cuyo rasgo común será la pobreza, la solidaridad y el deseo de volver a sus lugares de origen. Aunque ellas al principio tienen una actitud altiva, cada vez que ocurre alguna desgracia, todos los compatriotas se unen para ayudar ("aquella gente se ayudaba entre compatriotas como las criaturas de una misma manada"). Forman sus asociaciones, hacen funciones y viven en las mismas zonas.

Entre los personajes históricos, encontraremos como no, a Xavier Cugat y a Alfonso de Borbón, ciudadano español en el exilio, enfermo, pero siempre dispuesto a una buena juerga.

María Dueñas demuestra su alto grado de compromiso con sus obras ya que es patente que se ha documentado profundamente sobre la ciudad, de la que a menudo da detalles e itinerarios, restaurantes famosos, ambiente, costumbre de los distintos inmigrantes, iglesias...


El lenguaje está perfectamente adaptado a cada personaje. Para nuestras protagonistas utiliza multitud de expresiones populares como "criando malvas", "no seas tan tola" o "céntrate, so tonta", la mezcla de lenguas de los caribeños…

La primera novela de María Dueñas, El tiempo entre costuras, fue un éxito rotundo en 2009. En mi opinión, ninguna de sus siguientes obras llega a su altura, si bien Las hijas del capitán es amena y como ya he dicho, está muy bien documentada. Algunos de los sucesos son más bien predecibles. También he encontrado que se demora en las historias de demasiados personajes, lo que a veces hace la lectura un poco densa.

En líneas generales, Las hijas del Capitán es amena y nos da una visión de un fenómeno poco conocido en España: la vida de aquellos que tuvieron que partir tan lejos a encontrar otra vida que aquí no podían tener y que a duras penas consiguieron.

viernes, 11 de mayo de 2018

Que de lejos parecen moscas, de Kike Ferrari. Perfecta ingeniería negra


Suelo leer las novelas de culto con cierto recelo, recelo que he perdido violentamente en Que de lejos parecen moscas de Kike Ferrari, en la segunda página para ser exactos.

Luis Machi es un empresario despreciable, un nuevo rico que alardea de sus coches, sus corbatas de seda, sus Rolex  y su mujer de apellido compuesto. De madrugada, después de aprovechar las pastillas azules, la cocaína y el whisky que se ha tomado, coge su BMW para desayunar con su mujer. Pincha una rueda y llama al seguro, abre el maletero y encuentra un cadáver atado al coche con unas esposas de peluche que utiliza en sus desenfrenos sexuales. A partir de ahí empieza una carrera sin freno para deshacerse del cadáver sin rostro. ¿Quién es el asesino? ¿Quién, además de Machi, es la víctima?

“No le sorprende que esto -el cadáver, el baúl, el misterio- haya sucedido, lo que le asombra es que le haya sucedido a él”

Que de lejos parecen moscas es una road story que se desarrolla, en unas pocas horas y casi exclusivamente dentro de un BMW. Un nuevo rico acostumbrado a que le saquen las castañas del fuego necesita deshacerse de un cuerpo sin contar con la ayuda de nadie. Es un viaje por las calles de Buenos Aires y es un viaje por el pasado de Machi. El protagonista tiene la necesidad de solucionar el “problema” del maletero y tiene la necesidad de averiguar quién le ha tendido la trampa.

“Maneja y maneja sin pensar en nada, como en un dejarse ir”

Mediante breves saltos temporales el lector se adentra en el pasado de Machi, cómo nació su fortuna a la sombra de la dictadura y cómo se afianzó en los años de la democracia. Los demás personajes, que sólo aparecen cuando Machi los invoca, son, con pocas palabras, perfectamente retratados: asesinos a sueldo, mujeres que soportan cualquier indignidad por dinero, hijos humillados, empleados doblegados… cualquiera de ellos ha podido ser el que ha tendido a Machi la trampa. Cada pieza del puzle está perfectamente colocada en esta historia.

“No, y vuelve a agitar la cabeza, no tengo enemigos tan poderosos, piensa quien hasta hace unas horas pensaba que no tenía enemigos en absoluto”

La estructura es circular. Machi completa un círculo perfecto, el BMW completa un círculo perfecto, el lector completa un círculo perfecto…

Mientras recorre las calles de Buenos Aires intentando deshacerse del cadáver y mientras analiza quién ha podido tenderle la trampa, Kike Ferrari hace una tremenda reflexión sobre los efectos que la dictadura argentina ha tenido en el país. Personajes grises que hicieron fortuna caminando sobre cadáveres, fortuna que les permite comprar el poder en la actualidad aunque vayan sumando enemigos “que de lejos parecen moscas”

Cualquier lector que empiece Que de lejos parecen moscas va a correr más que el BMW de Machi para averiguar qué está pasando. Es imposible soltar la novela, la angustia del protagonista no es nada en comparación con la urgencia del lector que, a pesar de ver en él a un tipo despreciable, sin saber por qué, desea que consiga ganar una vez más.

Del desenlace no voy a decir nada, tenéis que llegar vosotros, pero ¡ay de aquel que llegué!

No os podéis permitir el lujo de no leer esta novela de Kike Ferrari, no es una novela de culto, es la novela de culto.

viernes, 4 de mayo de 2018

La tragedia del girasol. Benito Olmo nos enseña las dos caras de Cádiz


Bianquetti no atraviesa su mejor momento. En La tragedia del girasol, Benito Olmo, nos atrapa de nuevo con la historia de este singular inspector.

Benito Olmo acaba de publicar la segunda novela de la saga de Bianquetti, después del éxito que tuvo con La maniobra de la tortuga. Un inspector con dos metros de mala leche que parece que todo lo que toca se convierte en un problema.

Bianquetti está suspendido de empleo y sueldo e intenta ganarse la vida como investigador privado, pero en una ciudad en crisis, no es fácil encontrar trabajo. Mientras está buscando a una prostituta llamada Regina, un antiguo compañero le ofrece un trabajo como escolta de un rico empresario. La cosa parece fácil, pero ya se sabe con Bianquetti.  Cuando en un partido de la Copa del Rey, el estadio del Cádiz, el Ramón de Carranza, se convierte en el escenario de un tiroteo con varios muertos, comienza la verdadera historia.

La trama principal gira alrededor de una mujer y las sensaciones que despierta en cualquiera que la mire. Su marido mantiene una dependencia insana hacia ella, aunque ella parece no darse cuenta.

“Como un girasol -se dijo- condenado hasta el final de sus días a seguir el movimiento del sol que le da vida; el mismo sol que al cabo de unas semanas se la quitará, achicharrándolo.”

Pero Bianquetti no sólo muestra fascinación por esta mujer. Las conversaciones que mantiene con su hija nos muestran a un padre preocupado pero comprensivo; las conversaciones que mantiene con Cristina, mujer con la que mantiene una peculiar relación, nos presentan a un hombre tosco pero cuya mayor preocupación es la seguridad de las dos mujeres a las que quiere. Quizás la máscara de dureza es sólo eso…

Cuando pensamos en Cádiz siempre pensamos en el carnaval, en las playas de Sancti Petri, en los chiringuitos, pero en La tragedia del girasol se nos muestra el otro Cádiz, el que no aparece en los folletos turísticas. Una ciudad con calles oscuras en las que la droga, que hace ricos a algunos, destroza la vida de otros, una ciudad en la que estos dos mundos se tocan y se mezclan.

"El suelo, los bancos, las farolas y prácticamente todo el mobiliario urbano aparecían bañados en una pátina de humedad tan densa que daba la impresión de que algún dios juguetón se hubiera entretenido orinando sobre la ciudad mientras el resto del mundo dormía."

Benito Olmo nos enseña en la novela las dos caras de Cádiz. Junto a los millonarios con mansiones en las paradisíacas playas aparecen prostitutas, delincuentes de medio pelo, drogadictos y caminantes. El detective alterna la búsqueda de la prostituta con la investigación de la muerte del empresario, sin sospechar que las dos investigaciones se tocarán tarde o temprano. Bianquetti se va a ver en medio de una guerra entre dos bandas de narcotraficantes sin olvidarse de que él es parte de los perdedores.

Es de agradecer que La tragedia del girasol, a pesar de formar parte de una saga, no hace constantes alusiones a La maniobra de la tortuga, obra con la que se inició. Se puede leer de manera independiente sin perder ningún detalle y la trama se centra en la investigación actual, sin pesadas referencias, sólo pinceladas necesarias, al pasado del investigador.

Por todo, esto corred a las librerías a por la última de Bianquetti, y girad, como los girasoles, alrededor de este detective que ha llegado para quedarse.