
El
autor es Lars Kepler, seudónimo de Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho
Ahndoril, matrimonio de escritores sueco. En 2009 consiguieron un gran éxito
con su primera novela en común El hipnotista. Después vinieron El contrato (2011),
La vidente (2012), El hombre de arena (2014) y En la mente del hipnotista (2016).
Es en la segunda novela donde Joonna Linna empieza a cobrar protagonismo y es
el encargado del caso. Trabaja de forma libre, sin atenerse a reglas lo que
suele costarle serios problemas.
"Es
de madrugada y la lisa superficie del mar de la ensenada brilla como acero
pulido. Las mansiones lujosas disfrutan al unísono del letargo en la noche, si
bien el fulgor de piscinas y jardines atraviesa las altas vallas y el
follaje.". Que este bello pasaje no nos engañe, pues tras él encontramos a
un borracho orinando en una piscina mientras un hombre todo de negro espera
tras los cristales a su víctima."
La
historia comienza cuando un encapuchado, asesina a un alto cargo del Gobierno
sueco y se activa el protocolo de seguridad del Estado. Recordemos que en la
anterior entrega (En la mente del hipnotista) el inspector Joona Linna acabó en
la cárcel, que es donde encontramos sus azules ojos de acero, al comienzo de
esta. Una vez más Joona había decidido alejarse de la policía de los asesinatos
y la violencia. Solo quiere olvidar su pasado y comenzar una relación con una
antigua amiga del colegio que le escribe a la cárcel. Pero una vez más, sus
planes no servirán de nada.
Dada la
importancia de la víctima, se decide sacar a Linna de la cárcel y junto a la
insuperable Saga Bauer comenzarán la investigación de manera encubierta. Saga
es una mujer bellísima y una policía con un sexto sentido fuera de lo normal:
"Parece como salida de un sueño maravilloso cuando se ha dormido mucho,
cuando el alcohol ha desaparecido del cuerpo y los sueños se han vuelto tan
dulces como el azúcar".
Saga
sabe que Joona Linna es el mejor y que solo él puede descubrir a El cazador:
" Es el mejor policía que he conocido jamás y uno de los que más se han
sacrificado. Ella lo traicionó en una ocasión, hizo lo único que no debía
hacer, pero consiguió enmendar su error y está segura de que la ha perdonado.
Él mismo había dicho que no había nada que perdonar"
El
cazador resultará un asesino que va matando a sus víctimas sin razón aparente,
haciéndolas sufrir espantosamente y siguiendo una canción infantil de
conejitos. ¿Qué le mueve? ¿Quién será el siguiente? El detalle de la canción
infantil nos conduce irremediablemente a las novelas de Agatha Christie.
Uno de
los principales personajes es un famoso chef de televisión alcohólico que
intenta retomar, o más bien, comenzar su relación con su hijo homosexual. Una
broma de mal gusto que acostumbra a hacer a la primera víctima hace que su
situación sea más que comprometida y que se le cuente como sospechoso.
Lo
primero que llama la atención a Linna es que el asesino hiere a su víctima y no
le mata hasta 19 minutos después. Esto tiene que tener una explicación. Como
siempre, los autores juegan con nosotros haciendo que sospechemos de distintos
personajes sin llegar a dar con el verdadero culpable, que solo dará su
verdadera cara al final de la novela.
La
técnica del narrador omnisciente que nos cuenta de primera mano los asesinatos
como si estuviéramos presenciándolos, hace que la intriga y el misterio aumento
exponencialmente.
El
final queda abierto cuando la novia de Joona ve algo en su jardín, una especie
de fardo…
Mientras
esperamos la próxima entrega, os aconsejo leer todos los libros que podáis de esta
maravillosa y excitante serie.
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