viernes, 9 de marzo de 2018

Gorrión rojo, de Jason Matthews. La guerra fría no ha terminado



Hoy probamos con una de espías para el fin de semana. Este género comenzó a la vez que los servicios de inteligencia, es decir, antes de la Primera Guerra Mundial y tuvo su auge en la Guerra Fría. Surgieron nombres tan importantes como Graham Green, John Le Carré, Ian Fleming o Frederick Forsyth.

Gorrión rojo, novela de Jason Matthews y recién estrenada película dirigida por Francis Lawrence, apasionante historia de espías con todos los elementos típicos del género: agentes de la CIA, bella espía rusa, amor, intriga, corrupción política, lucha de poder…

El autor de Gorrión rojo es un agente de la CIA retirado y ha participado en una gran cantidad de operaciones de los Servicios Nacionales de Seguridad, así como operaciones de reclutamiento. Nadie pues más indicado para escribir una historia como esta, si bien, cabe esperar una novela de buenos (estadounidenses) y malos (rusos), con críticas al presidente Putin incluidas, en la que se intenta mostrar lo poco que han cambiado algunas cosas en Rusia tras la caída del telón de acero:
"No lo tomes a mal, pero creo que vuestros actuales dirigentes están creando un sistema tan infame como el de la antigua Unión Soviética. Pero no es tan evidente. Es más moderno, telegénico, conectado. Las nuevas armas son el petróleo y el gas natural, pero tras los bastidores hay tanta crueldad, represión y corrupción como antes"

Aunque se desarrolla en la Rusia actual, Gorrión rojo pretende recordar a las novelas de espías de la Guerra Fría, sobre todo por los escenarios desastrados, pobres, cargados de humo de tabaco, espías con muchos años, gordos y sudorosos, oficinistas que recuerdan viejas glorias, viejas escaramuzas y viejas historias de espías. Y como decíamos, recurre a todos los tópicos al alcance: la bella espía rusa que utiliza sus armas de seducción, los planos de barcos y submarinos, las torturas…para intentar decirnos que "Rusia no ha perdido la Guerra Fría porque la Guerra Fría no ha terminado".

Por la parte rusa, tenemos a Dominika Egorova preciosa e inteligente bailarina y sobrina de un alto cargo de la SVR (Servicio de Inteligencia Exterior) que es utilizada por su tío para ejecutar una venganza y después entrenada como espía al más alto nivel para que mantenga silencio. Además, la mandan a la Escuela de gorriones, una escuela de donde sales agentes cuya arma principal es el sexo.

La novela gira alrededor de Dominika no solo por su belleza física sino por su carácter, a veces, indómito, y por su independencia. Desde niña muestra síntomas muy pronunciados de sinestesia, ve un aura de colores que refleja las emociones de los demás. Esto la hace triunfar en casi todo lo que se propone. No duda en ponerse en contra de sus superiores para imponer su criterio, a pesar de su entrenamiento, es remisa a utilizar su sexualidad para doblegar a sus oponentes. Más pronto que tarde, se da cuenta de la corrupción de su propio país e intenta luchar contra él. Nuestra espía cree en su país, lo idealiza, hasta que se da cuenta de que nada es lo que ella creía "Lloró por Rusia, aunque sabía que ya no creía en ella". Y entonces comienza su lenta y meditada venganza.

Las sospechas rusas de la existencia de un topo de alto nivel hacen que Dominika sea enviada a vigilar a Nate Nash, espía de la CIA, inteligente, capacitado y a la vez honrado y considerado.

Y hasta aquí podemos contar.

La historia se nos cuenta a través de los ojos de cada personaje, de ahí que podamos valorar las impresiones de todos ellos de primera mano, tanto los altos cargos rusos, como los personajes de la CIA, Nate y Dominika… todos nos cuentan lo que ven.



Hay escenas de violencia sexual y algunas de acción y, entre estas, hay que resaltar la hilarante pelea entre Nate y una especie de mujer-tanque rusa y subrayar la actuación en la misma del jefe de Nate, Benford.

Todos los capítulos acaban con una receta de un plato que se haya mencionado en el mismo. Me parece un recurso que aporta frescura al libro, sirviendo de claro contrapunto a los momentos de mayor tensión.

En fin, a aquellos aficionados a la novela de espías y de acción, les recomiendo dejarse llevar por Dominika y su historia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario