
Miguel, tras ser diagnosticado de
Alzheimer, se retira a una residencia de ancianos en Tarifa y allí conoce a
Helena, una mujer bohemia y decidida que pronto se convierte en su amiga.
Mientras tanto, en Malmö, Suecia
(un guiño a Mankell) conocemos a Yasmina, nieta de un emigrante marroquí y
protegida de un peligroso traficante de drogas.
Estas dos historias en
principio no tienen relación entre sí, pero sin saberlo, el pasado de todas
estas personas ha influido en el presente de los demás. Sólo un cruce de miradas entre
Miguel y la madre de Yasmina simbolizará perfectamente cómo todos estamos
conectados.
Por encima de la lluvia habla del olvido. Cuando Miguel descubre que pronto su pasado se borrará, necesita atar cabos. Su padre fue uno de los miles de republicanos desaparecidos durante la guerra y la dictadura. Miguel necesita encontrarlo para que su pasado quede en paz. Y es en el Valle de los Caídos, el mayor símbolo del olvido que hay en España, un decrépito símbolo que nadie quiere recordar, donde su familia se reconcilia. En un monumento construido sobre cientos de cadáveres y casi en ruinas, Miguel y sus padres se reúnen por fin.
“No había vuelto aquí desde que murió su padre, y ahora tenía la
sensación de regresar a un lugar que ya no existía.”
Por encima de la lluvia habla de
la vejez. En una sociedad donde la imagen y la juventud es lo más importante, los ancianos y la enfermedad necesariamente son apartados. Sin embargo, la
residencia de ancianos es un universo con genios, bohemios, luchadores y
también gente que se ha rendido. Helena y Miguel emprenden un viaje, quizás
sabiendo que será el último, en el que ambos cambiarán. Miguel, con miedo
físico y psicológico a volar, aprende que cumplir los sueños, a pesar de las
derrotas, es la única manera de vivir. Y volará. Helena, con miedo al agua,
aprenderá que superar sus miedos y aceptar sus fracasos es la única manera de
vivir. Y nadará. Ambos deben de retomar su pasado para poder vivir su futuro. Helena lo
resume así
“La diferencia, lo que nos convierte en viejos, es que nosotros huimos
hacia atrás y los jóvenes huyen hacia delante.”
Por encima de la lluvia habla del
racismo. Yasmina, nieta de un emigrante marroquí en la blanca y perfecta Suecia
representa lo perturbador que es ser distinto en la sociedad europea. Ella es
un caso de heterocromía, tiene un ojo azul y otro marrón, es el símbolo
perfecto de la fusión entre dos culturas. Es sueca, pero es marroquí, no es
reconocida por ninguno de los dos mundos. Despreciada por su familia por
alejarse de la cultura islámica, no es aceptada por la cultura sueca.
“… El caso es que tu ojo azul es más azul que los lagos de Laponia,
pero tu ojo derecho es marrón como esa tierra de la que vino tu abuelo. Es como
si no hubieras decidido lo que eres.”
Por encima de la lluvia habla de
los malos tratos. La hija de Miguel es maltratada sistemáticamente por su
marido y, como casi siempre ocurre, ella es la única que cree comprender las razones
de su marido para someterla. Víctor del Árbol describe no sólo cómo la víctima
se siente sino también las razones por las que el maltratador inicia esta
espiral de destrucción.
“Silenciosa. Como muerta.
-Di algo-murmuró
Pero ella callaba.
Gustavo abrió y cerró el puño mecánicamente. Tuvo miedo de haberse
lastimado un dedo.”

“Cualquier otra persona pensaría como tú, en la venganza. O al menos en
el olvido”
Por encima de la lluvia es pues
la historia de un viaje que empieza anclado en la tierra y termina por encima
de la lluvia. Es una historia que nos empuja a salir de la comodidad de
nuestras vidas y luchar por nuestros sueños.
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