viernes, 23 de febrero de 2018

Carne de ataúd de Bernardo Esquinca o cómo los asesinos se convirtieron en estrellas


   Se acaba de publicar en España Carne de Ataúd del reconocido autor mexicano Bernardo Esquinca  . 


En Carne de Ataúd se mezcla la novela negra, la histórica y la de terror. Vamos a conocer el México anterior a la Revolución. La trama se desarrolla a finales del siglo XIX y principios del XX. La época del porfiriato es una época apasionante pero desconocida en España. Con la dictadura de Porfirio Díaz comienza en México la era del progreso. Hay un gran desarrollo del ferrocarril, de los telégrafos, llega la inversión extranjera, sin embargo, las clases populares no se benefician de este cambio. La ciudad de México pasa de ser un escenario rural a convertirse en una gran urbe con la construcción del Palacio Nacional,  la instalación de luz eléctrica en las calles y llegará a ser conocida como el “París de América”. Las diferencias sociales se acentúan más. En la ciudad conviven los carruajes y los sombreros de tul con la tosca ropa campesina. Son unos años en los que la ciencia y el desarrollo conviven con la tradición, la leyenda y la superstición. 

El auge del porfiriato, va a ser representado por Francisco Guerrero Pérez, el Chalequero, el primer asesino en serie documentado de este país. Curiosamente sus asesinatos coinciden en fecha y forma con uno de los asesinos más conocidos, Jack el Destripador, al que se refirieron en la época como el Chalequero inglés. Francisco Guerrero, entre 1880 y 1888, asesinó a unas 20 prostitutas de manera brutal. Será detenido y condenado a muerte pero finalmente, por causas que aún no se conocen, es indultado y en 1908 vuelve a asesinar, esta vez a una anciana. Aquí comienza Carne de ataúd.

Enrique Casasola es un periodista de nota roja, lo que aquí conocemos como prensa de sucesos. La nota roja nace en esta misma época y se ha mantenido hasta la actualidad. Los lectores de estos periódicos disfrutan leyendo sobre asesinatos y sobre violencia. El futuro del periodismo se encuentra en el crimen. Los privilegiados leen las desgracias del populacho desde la comodidad de su hogar” Los asesinos se convierten así en auténticos mitos, temidos pero admirados como estrellas de rock. Eso sucedió con el Chalequero. Uno de los personajes le dice “Para la policía somos criminales, pero para el pueblo somos héroes

Murcia, el gran amor de Enrique, fue la última víctima de este frío asesino. La obsesión del periodista le lleva a encontrar las semejanzas con el crimen de la anciana. Es en ese momento cuando se descubre que el Chalequero ha sido puesto en libertad. A la vez, otra serie de terribles asesinatos sacude la ciudad de México, esta vez en manos de un asesino al que pronto se le bautizará como La Bestia. Enrique Casasola cuenta con la ayuda de Madame Guillot, espiritista que le trae mensajes del más allá y que empuja al periodista a convertirse en investigador.

Carne de Ataúd comienza con un ritmo trepidante. Los saltos temporales que tiene la narración, no le dan tregua al lector. El ritmo va decayendo hasta que llegamos a la última parte del libro en la que volvemos a correr para que todos los enigmas se resuelvan de manera de manera brillante.

Los personajes están perfectamente definidos. El protagonista, un “reporter” del Imparcial, periódico afín al presidente, es un hombre apocado y marcado por la pérdida de su verdadero amor. Quizás demasiado influenciado por Madame Guillot, por Carlos Roumagnac, el primer criminalista mexicano de método no demasiado ortodoxo y por su amigo Julio, bohemio pintor que quiere comerse la vida, se ve envuelto en una investigación que le va a venir muy grande.

Madame Guillot ("…esa mujer temeraria que sabía domar a los espectros.") es una mujer fuerte. A su casa acudían importantes personalidades mexicanas para bailar rodeados de espectros. Es ella la que no duda en poner su vida y la de Enrique en peligro para resolver el misterio de los asesinatos que se producen en la ciudad.
Julio Ruelas, amigo del periodista. Pintor e ilustrador que juega un pulso con la vida y que representa la osadía de la que Enrique carece.

Los personajes históricos como el Chalequero, el dictador Porfirio Díaz o Rafael Reyes Spíndola, fundador del periódico El Imparcial, se mezclan con los personajes de ficción dando un marco de verosimilitud a la historia.

Carne de ataúd es una novela que nos habla del comienzo de la nota roja, del comienzo del progreso en México, de las leyendas y el folklore del país a través de un apocado periodista y de un brutal asesino. No deberíais dejar pasar la oportunidad de conocer a Bernardo Esquinca, esperemos que vuelva pronto a España.



Os dejo este enlace por si queréis acceder a la novela, os la recomiendo:

viernes, 16 de febrero de 2018

Víctor del Árbol, en Por encima de la lluvia, nos invita a un viaje que cambiará vidas




   Seguramente Por encima de la lluvia es la novela más intimista de Víctor del Árbol, una novela de oportunidades que se aprovechan o que se dejan pasar.

Miguel, tras ser diagnosticado de Alzheimer, se retira a una residencia de ancianos en Tarifa y allí conoce a Helena, una mujer bohemia y decidida que pronto se convierte en su amiga.
Mientras tanto, en Malmö, Suecia (un guiño a Mankell) conocemos a Yasmina, nieta de un emigrante marroquí y protegida de un peligroso traficante de drogas.

Estas dos historias en principio no tienen relación entre sí, pero sin saberlo, el pasado de todas estas personas ha influido en el presente de los demás. Sólo un cruce de miradas entre Miguel y la madre de Yasmina simbolizará perfectamente cómo todos estamos conectados.

Por encima de la lluvia habla del olvido. Cuando Miguel descubre que pronto su pasado se borrará, necesita atar cabos. Su padre fue uno de los miles de republicanos desaparecidos durante la guerra y la dictadura. Miguel necesita encontrarlo para que su pasado quede en paz. Y es en el Valle de los Caídos, el mayor símbolo del olvido que hay en España, un decrépito símbolo que nadie quiere recordar, donde su familia se reconcilia. En un monumento construido sobre cientos de cadáveres y casi en ruinas, Miguel y sus padres se reúnen por fin. 

No había vuelto aquí desde que murió su padre, y ahora tenía la sensación de regresar a un lugar que ya no existía.”

Por encima de la lluvia habla de la vejez. En una sociedad donde la imagen y la juventud es lo más importante, los ancianos y la enfermedad necesariamente son apartados. Sin embargo, la residencia de ancianos es un universo con genios, bohemios, luchadores y también gente que se ha rendido. Helena y Miguel emprenden un viaje, quizás sabiendo que será el último, en el que ambos cambiarán. Miguel, con miedo físico y psicológico a volar, aprende que cumplir los sueños, a pesar de las derrotas, es la única manera de vivir. Y volará. Helena, con miedo al agua, aprenderá que superar sus miedos y aceptar sus fracasos es la única manera de vivir. Y nadará. Ambos deben de retomar su pasado para poder vivir su futuro. Helena lo resume así

“La diferencia, lo que nos convierte en viejos, es que nosotros huimos hacia atrás y los jóvenes huyen hacia delante.”

Por encima de la lluvia habla del racismo. Yasmina, nieta de un emigrante marroquí en la blanca y perfecta Suecia representa lo perturbador que es ser distinto en la sociedad europea. Ella es un caso de heterocromía, tiene un ojo azul y otro marrón, es el símbolo perfecto de la fusión entre dos culturas. Es sueca, pero es marroquí, no es reconocida por ninguno de los dos mundos. Despreciada por su familia por alejarse de la cultura islámica, no es aceptada por la cultura sueca.

“… El caso es que tu ojo azul es más azul que los lagos de Laponia, pero tu ojo derecho es marrón como esa tierra de la que vino tu abuelo. Es como si no hubieras decidido lo que eres.”

Por encima de la lluvia habla de los malos tratos. La hija de Miguel es maltratada sistemáticamente por su marido y, como casi siempre ocurre, ella es la única que cree comprender las razones de su marido para someterla. Víctor del Árbol describe no sólo cómo la víctima se siente sino también las razones por las que el maltratador inicia esta espiral de destrucción.

“Silenciosa. Como muerta.
-Di algo-murmuró
Pero ella callaba.
Gustavo abrió y cerró el puño mecánicamente. Tuvo miedo de haberse lastimado un dedo.”

Por encima de la lluvia habla de la venganza. Todos los personajes necesitan ajustar cuentas para recuperar la paz, para olvidar. Helena, Miguel, Gustavo, el yerno de Miguel, Yasmina… Pero a pesar de sus intentos es la propia vida, o el propio destino el que acaba poniendo a cada uno es su sitio.

“Cualquier otra persona pensaría como tú, en la venganza. O al menos en el olvido”



Por encima de la lluvia es pues la historia de un viaje que empieza anclado en la tierra y termina por encima de la lluvia. Es una historia que nos empuja a salir de la comodidad de nuestras vidas y luchar por nuestros sueños.

viernes, 9 de febrero de 2018

La librería. La historia de una mujer que sigue su instinto. De Penélope Fitzgerald



Había comprado hace tiempo La librería de Penélope Fitzgerald, y tenía ganas de empezarla, a pesar de que había leído muchas opiniones que la catalogaban de aburrida. Por desgracia, como suele ocurrir, empezaremos ahora a dar importancia a esta genial obra, ahora que hay una exitosa película dirigida por Isabel Coixet ganadora de tres Goyas entre ellos el de mejor película, en la edición de 2017.

La historia nos sitúa en un pueblecito costero de Suffolk, con sus costumbres ancestrales casi inamovibles. Florence Green es una viuda joven que decide abrir allí una librería y para ello compra una propiedad antigua y llena de humedades, Old House. Allí instala la librería y su propia vivienda. La librería con el tiempo incorpora una biblioteca y la biblioteca trae a una niña de 10 años como ayudante de Florence. El personaje de Christine es absolutamente divertido por sus reacciones, sus comentarios y su madurez. Los mejores pasajes son los momentos en que las dos están juntas.
La vieja casa además de humedades tiene un extraño inquilino, un rapper o poltergeist, que se hace notar de vez en cuando y al que Florence no presta la menor atención. Es realmente divertida una escena en la que Florence y Christine toman el té y aparece el poltergeist haciendo de las suyas.


Florence, desde el principio, se encuentra con la oposición de todo el pueblo, empezando por el banquero que le da el crédito. Hasta el pescadero, que cree que debería abrirlo en su local, se opone. Es un pueblo cerrado, que no tolera que se abra este negocio

El pueblo se nos presenta como un ente único a pesar de que la novela describe las diferencias sociales que en él hay. El aristócrata y solitario Sr. Brundish que es la máxima autoridad moral y el único que apoya a la protagonista, la señora Violet Gamart empeñada desde el principio en que Florence fracase, hasta los trabajadores empobrecidos o los pintores sin éxito: "El propio pueblo era una isla entre el mar y el río, que murmuraba y se plegaba sobre sí mismo en cuanto sentía que llegaban los fríos otoñales"



Pues bien, la historia nos habla de cómo una mujer sola, pero con carácter y decisión, se embarca en una aventura difícil y no escucha a todo el que intenta que tire la toalla, sino que sigue su instinto: "Florence tenía buen corazón, aunque eso sirve de bien poco cuando de lo que se trata es de sobrevivir Florence es una mujer buena pero decidida, se enfrenta a todo el pueblo una vez más cuando decide comprar un montón de ejemplares de Lolita de Nabokov. Este es uno de los mejores pasajes de una novela que nos muestra que todavía en el Siglo XX había muchas actividades vedadas para las mujeres, que una mujer sola debe quedarse tranquila en su casa.

Francamente, la novela de Penélope Fitzgerald, que también trabajó en una librería de Suffolk, está escrita con una prosa serena y preciosista. Es entretenida y de fácil lectura a la vez que una pequeña joya.


¡Os animo a leerla antes de ver la película!

viernes, 2 de febrero de 2018

Mi negro pasado de Laura Esquivel. El círculo se cierra

Con Mi negro pasado, Laura Esquivel cierra la trilogía que comenzó en 1989 en Como agua para chocolate y que continuó con El diario de Tita.

María representa la sociedad moderna: insatisfacción, dependencia de las redes sociales, destrucción de las relaciones personales, desvinculación con las raíces familiares, desarraigo, adicciones físicas y mentales…
Cuando da a luz a Horacio, un niño negro, su marido la abandona acusándola de adulterio, ya que ambos son rubios con preciosos ojos azules. Al poco tiempo su madre, con la que mantiene una dañina relación, muere, y esta muerte, acentúa las diferencias con sus hermanas. Lucía, su abuela, y su hijo son los que traen luz a ese negro presente. Una vez que llega al rancho familiar, sin conexión con internet, María no tiene más entretenimiento que bucear en el pasado familiar descubriendo así los secretos que su madre, y generaciones de familiares, intentaban ocultar. Un pasado de esclavitud, de remordimientos, pero también de baile y de aromas. Va a descubrir que lo que ha frenado su vida son los secretos oscuros y que este niño negro va a ser el que ponga luz en su presente.

El ciclo que comienza en el pasado en Como agua para chocolate se cierra en la actualidad. Las mujeres de la familia Garza representan la misma esencia de México y la desconexión que se produce en la actualidad con las raíces. Las redes sociales han engullido a las tradiciones y en la actualidad se emplea todo el tiempo disponible, y más del disponible, en enredarse en discusiones inútiles con amigos que ni conoces ni seguramente llegarás nunca a conocer. Así, no hay tiempo para conectar con la familia, disfrutar de los hijos, ver las estrellas, oír música sólo por el placer de oírla o dejar que la pasión romántica se desborde.

La relación con la comida descrita en Como agua para chocolate es completamente diferente a la relación que tiene María con ella. En casa de Tita cada aroma, cara textura, cada sabor, desataba una ola de sentimientos compartidos por todos los comensales. María vivía de zumos durante el día y engullía comida industrial a media noche. Cuando recupera las recetas de la familia Garza descubre la dulzura del maíz, los ingredientes naturales y el olor ancestral de México.

La música en la novela acompaña en todo momento el cambio que sufre María. La abuela Lucía le abre los ojos al jazz y al baile. Es inevitable leer cada capítulo con la canción con la que termina el capítulo anterior.

El lector no tiene más remedio que pensar en su propia historia familiar. En todas las familias se heredan tabúes, comportamientos que a pesar del paso del tiempo no dejan de limitar el desarrollo personal. María es un ejemplo de cómo romper con las cargas heredadas que arrastramos en los genes.



Laura Esquivel recupera en Mi negro pasado el ritmo con el que nos deleitó en la novela que abrió la saga, haciéndonos reflexionar sobre la ruptura generacional que se ha producido e invitándonos a conectar de nuevo con la tierra y con el universo.