viernes, 12 de enero de 2018

Nunca es tarde de Jerónimo Tristante. Premio Ateneo de Sevilla


Jerónimo Tristante deja, por el momento, las novelas ambientadas en el siglo XIX para contar en Nunca es Tarde una historia que se desarrolla en la actualidad y que explica la investigación de unos terribles crímenes que suceden en el Pirineo aragonés. Ha ganado el Premio
de Novela Ateneo de Sevilla.

En una idílica población del norte se celebra una fiesta de Halloween. A ella asiste una niña disfrazada de muerta que desata muchos comentarios en el pueblo, nadie sabe quién es. Un abogado jubilado, al verla de lejos, dice “es Rosa” y esa misma noche se ahorca.
Isabel Amat, una mujer madura con el síndrome del nido vacío y engañada por su marido, empieza a investigar, para matar el tiempo, la historia de su familia. Buscando recortes en la biblioteca del pueblo, descubre una serie de crímenes que se produjeron hace 40 años y se sorprende de que nadie le haya hablado nunca de ellos. Inducida por los cotilleos que ha provocado la niña, el suicidio del abogado que defendió al asesino y la repentina desaparición de una joven en las mismas circunstancias, empieza a investigar la relación de los dos misterios. Quién va a creer a una cuarentona sin nada que hacer… Sólo un escritor noruego que vive retirado en el pueblo y un antiguo amigo colaborarán con ella. A partir de ahí cambia su vida.

En Nunca es tarde Jerónimo Tristante cambia totalmente de registro. La acción está ambientada en la actualidad, lejos del XIX de Víctor Ros; en un paraje rural, nada que ver con el Madrid decimonónico o la posguerra de sus anteriores novelas. La protagonista es una mujer, otro cambio importante ya que el autor siempre tuvo protagonistas masculinos: detectives, policías, abogados... Ahora la que investiga es un ama de casa aburrida y con tiempo libre.
Por poner una pega me hubiera gustado que Isabel Amat no tuviera que plegarse a los estereotipos impuestos (que una mujer necesita tener pareja y mejorar su aspecto físico para ser feliz)

Al comenzar a leer parece que la historia es un cuento de fantasmas, con la aparición de la niña que alborota la impostada tranquilidad de un pueblo paradisiaco, pero los crímenes que en él se producen nos hacen volver bruscamente a la realidad.

Nunca es tarde comenzó siendo un guion y quién sabe si no se convertirá en serie como pasó con la saga de Víctor Ros. Tanto los paisajes del norte como la historia en sí serían una base fantástica para ello.

En resumen Nunca es tarde es una novela con la que disfrutas leyendo, ya que el lenguaje es claro y sencillo y la historia tiene todos los ingredientes que necesita un buen relato de misterio.


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