viernes, 2 de junio de 2023

Casi Chicago, de Pedro Aranda. Chicago no siempre es algo. A veces es alguien.

Casi Chicago, Pedro Aranda


Randy Sullivan vive tranquilamente en Nueva York sin darle demasiada importancia a nada, o más bien, sin darle demasiada importancia a su vida.

Sale con una chica un poco por inercia. Vive en un piso compartido. Tiene un muy buen trabajo en una empresa muy importante.

Su vida transcurre sin más.

Randy es lo que se suele llamar un hombre bueno, y más que bueno, a veces, tonto. Llevado por la inercia o por la imposibilidad de decir no, acude a una cena en la que no pinta nada, y por una rocambolesca sucesión de circunstancias encuentra a una mujer media muerta en la nieve. No sabe por qué, pero tiene una enorme necesidad de conocerla. ¿Podría pasar que Randy hubiera encontrado el amor de su vida?

A partir de ese momento, Randy viaja por varias ciudades de Estados Unidos huyendo de la soledad o huyendo de sí mismo, y va encontrando personajes como un médico que canta en karaokes o un sacerdote que va a locales de striptease.

Lo que es seguro es que, a partir de este suceso, el lector se ve metido en un montón de hilarantes, o no, acontecimientos, en una especie de ruleta de la suerte de la que no se puede salir.

La primera novela del autor, El ruido que nos separa, fue un éxito, catalogado como novela negra- Casi Chicago no tiene nada de novela negra, sin embargo, veo coincidencias entre ellas. El tema de la primera no deja de ser las consecuencias de tomar malas decisiones en la vida. Y en este, la historia va avanzando según las decisiones de Randy. El lector no puede salir de la historia ya que en casi todas las ocasiones se encontrará gritando a Randy NOOOOOOOOO NO HAGAS ESO 

He leído en alguna entrevista que Casi Chicago pertenece al Realismo sucio, yo más bien lo catalogaría de surrealismo sucio.

Y ES QUE Casi Chicago es una novela del absurdo, porque absurdas son muchas de sus situaciones, así como los muchos personajes que entran y salen de la historia. Es una novela de soledad, porque todos estos personajes están solos y viven atormentados.

Pedro Aranda nos pone delante a Randy Sullivan para hacernos salir de la zona de confort, para obligarnos a revisar nuestras vidas o simplemente para hacernos reír, mucho.



ENTREVISTA A PEDRO ARANDA

 Han pasado tres años desde El ruido que nos separa, crees que tu primera novela tuvo la repercusión que merecía? ¿Qué factores crees que influyen?

¿Por qué transcurre la historia en Estados Unidos?

Hay varios motivos. El primero y principal, porque quería hacerle un guiño a El ruido

que nos separa, mi anterior novela, siendo que una no es continuación de la otra, pero hay una conexión que sólo podía hacer llevándome la historia hasta allí. Por otro, porque veía que cada vez se estaba poniendo más de moda en España el rural noir, que es la novela negra centrada en el mundo rural, y comprendí que ya había muchas novelas llenas de personajes con apellidos locales. Además, veía que los nombres americanos me sonaban mejor para este tipo de novela tan cercana al realismo sucio que es tan característico de allí. Y finalmente, porque hay personajes y pequeñas subhistorias en la novela que solo me las imagino de una manera más natural en Norteamérica, como las speed dating, los restaurantes a oscuras, los predicadores con hijos dando sermones, o las cheerleaders de los equipos del instituto.


- ¿Hay mucho de Pedro en Randy?

Digamos que quienes me conocen bien me dicen que la vida de Randy se parece demasiado a la mía como para no ser una novela autobiográfica. ¿Y quién soy yo para contradecirles?


- Algún autor que te haya influido en este libro absolutamente delirante (te confieso

que Randy me ha quitado la vida, he pasado toda la lectura diciendo NO NO NO, no

hagas eso!!!!!!!!!!)

Este libro tiene un padre y una madre, que son Raymond Carver y Richard Ford, aunque el protagonista que he creado se aleje radicalmente de los que ellos crearon. En cuanto a la sensación que me comentas, me alegra que me lo menciones, pues precisamente ese era el objetivo que me propuse con el personaje, una especie de antihéroe muy humano, en el que convivan una serie de cualidades con las que todosnos podamos sentir identificados en algún momento, como la inseguridad, los celos, la apatía, pero que aun así y con eso, el lector acabe por comprenderle e incluso quererle a la vez que matarle por su manera tan pusilánime de actuar. Creo que es ese tipo de personajes en el que luego te quedas pensado cuando el libro ya ha acabado e imaginando qué habrá sido de su vida.


- ¿Qué me dices del título?

El libro no deja de ser un viaje por determinadas ciudades de Estados Unidos, y precisamente Chicago se nombra en varias ocasiones, pero Randy, el protagonista, por determinados motivos que el lector entenderá cuando lea la novela, no acaba nunca de llegar hasta allí. Y, por cierto, para él Chicago no siempre es algo. A veces es alguien.




viernes, 12 de mayo de 2023

Entre vampiras, de Federico Navarro. Crímenes y homenaje a las películas de serie B

Conviene advertir que, lejos de lo que se pueda pensar, Entre vampiras, de Federico Navarro,  no es un libro sobre vampiros, sino una novela negra, con sus asesinos y sus asesinados. El título se refiere a una de las películas de un grupo de cuatro actrices de los años 60 que actuaban en películas de serie B.

Y es que, alertada por el olor, una portera encuentra el cadáver de una actriz de películas de terror de clase B en el salón de su casa. Todo parece normal salvo la presencia de una chapa de Sheriff de plástico, difícil de explicar en casa de una anciana solitaria.

La protagonista, Patricia García, es una subinspectora de los Mossos d’Escuadra, que vive con su pareja, Silvia, feminista, con aficiones taurinas y con un padre policía y torturador en la España franquista. Como dice el autor “la originalidad ante todo”.

Su compañero, no tiene demasiada importancia, salvo servir de contrapeso de Patricia: Patricia es bastante más violenta que él.

Ante la falta de pruebas, la policía tiene que empezar por interrogar a las personas más cercanas a la víctima, lo que les lleva directamente al mundo del cine de los 60. Todo empieza a precipitarse cuando empiezan a aparecer más víctimas.

Entre vampiras está narrada en tercera persona, intercalando fragmentos de un diario de una joven que llega a un internado. La prosa es rápida y la sucesión de acontecimientos hace que la atención del lector no baje en ningún momento.

La novela es un homenaje evidente a las películas de serie B de terror y a los espaguetis western. El personaje de Javier Blanco podría ser una referencia a Jess Franco, prolífico director español. Además de una denuncia al olvido a aquellas películas de los años sesenta y a gente como Chicho Ibáñez Serrador que desarrollaron todo un género. 

Hay también múltiples referencias a la novela negra, sobre todo a los escritores favoritos del autor.


Es un libro de mujeres, ya que poco a poco Patricia llega a relacionar a cuatro actrices, amigas y compañeras de Carlota y a sus cuatro hijas. Estas cuatro actrices fueron grandes amigas, y sus hijas también se conocieron mucho. La relación de Patricia con su pareja, la defensa del feminismo, el absoluto rechazo a la rancia tradición de la policía, todo ello converge en una novela repleta de mujeres. Estos temas serán parte de la denuncia social del autor junto con la impunidad de los torturadores franquistas y cómo fueron aquellos interrogatorios.

En fin esta es una novela negra con un original planteamiento en un mundo de películas, de actrices y el mundo del cine.


viernes, 28 de abril de 2023

Milhojas de jamón, de José Francisco Alonso. Muerte, poder y jamón



Milhojas de jamón es la segunda novela protagonizada por el Profesor de Filosofía, Loizaga, escrita por José Francisco Alonso. Después de Pisto a la bilbaína el brillante profesor del Instituto Miguel de Unamuno vuelve a recorrer Bilbao a la caza y captura del asesino de dos personas relacionadas con la iluminada Torre Iberdrola.

Cerca de la torre aparece en un contenedor de basura el cadáver de un hombre anónimo sin ningún rasgo que le diferencie del resto de gente. Nadie parece preocuparse de qué es lo que ha ocurrido, nadie excepto Loizaga.

Jose Francisco Alonso logra marinar lo mejor de la literatura negra mediterránea con la corriente vasca que se está abriendo paso con mucha fuerza. Loizaga es un detective accidental que cuenta con la ayuda de una jueza por la que siente algo más que simpatía, su amigo Ramiro, que trabaja como erztaina en Bilbao, y el Padre Aguirre que también colabora con ellos.

Alimentando sus investigaciones con platos que no rechazaría humano alguno y regados con buen vino, ponen en común sus ideas y la forma de resolver los problemas que parece esconder la torre.

La gastronomía está muy presente en la novela mediterránea, en el sur todo se resuelve y firma alrededor de una mesa, Loizaga también.


Pero Loizaga no sólo cuenta con sus amigos. Los alumnos de filosofía aportan sus conocimientos. Loizaga les hace preguntas y ellos le plantean todas las posibles respuestas, los diálogos de las clases son, quizás, los más divertidos de Milhojas de jamón.

Alonso logra meterse de lleno en los recovecos de las multinacionales, que su protagonista evite los cuchillos que vuelan y que conozcamos de primera mano las estrategias sucias que traman los consejeros para llegar al poder. Todo ello con una dosis alta de ironía y un desparpajo que contrasta con la oscura torre Iberdrola (a pesar de sus infinitos ventanales)

Así que os recomiendo la lectura de Milhojas de jamón dando las gracias a Cosecha Negra Ediciones que me ha proporcionado últimamente lecturas maravillosas y a Babelio que me ha permitido conocer a este autor al que pienso seguir.

Nº de páginas: 360
Editorial: COSECHA NEGRA EDICIONES
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788412590333
Año de edición: 2022
Fecha de lanzamiento: 07/11/2022

viernes, 10 de marzo de 2023

Las agujas de la noche, de Fernando Repiso. Agujas, noche, Sevilla y muerte

Marcela Meyorin.

Agujas. Noche. Sevilla. Una muerte, dos, tres y serán más. Sexo, drogas y mucho desenfreno.

Tengo que reconocer dos cosas: 1) Amo la novela negra… pero está novela más que novela negra es un thriller que no puedes parar de leerlo. Te engancha apenas comenzar y no te suelta hasta el final.

2) Me gusta conocer las ciudades, mucho. Hace casi dos años vivo en Sevilla y está novela me ha llevado a recorrerla y a reconocerla. Más de una vez me he quedado pensando si era real o no el sitio y he tenido que consultar a los locales.

Varios personajes y tramas. Un Inspector que empieza siendo desagradable para volverse querible casi al final. Te la pasas pensando que no sobrevivirá al próximo día y sobrevive. Una ex mujer, un hijo que no lo registra. Lo normal.

Los polis y varias castas más de una ciudad sin duda maravillosa. La novela me ha permitido recorrer los sitios que ya conozco y verlos con los mismos ojos pero con nuevas profundidades.

La historia clásica: una muerte y una llamada a la policía… pero no la típica llamada al 911 sino a un poli conocido de esa noche, de esos sitios, de esas profundidades. Y así toda la novela entre lo conocido por el Comisario, y lo descubierto por la poli nueva y el Inspector que sabe más que los otros, mucho más. Que lo ha vivido y vive en carne propia.

El dueño de un sauna gay de Sevilla que suele frecuentar el Inspector Iván De Pablos ha encontrado muerto a un joven. El chico, desnudo y con aspecto de estar dormido, ha recibido varios pinchazos, fruto tal vez de una práctica sexual, y le han amputado uno de los dedos del pie. ¿Ritual, o algo se le ha ido de las manos a alguien?

El forense, el doctor Carlos Sepúlveda, pareja de la exmujer de De Pablos, dictamina que ha sido un infarto. Rápido casi sin dar demasiados indicios ni explicaciones. Iván confía en su palabra y su profesionalismo, pero algo no está del todo claro. Allí comienza una búsqueda y una investigación que no cesa. Familia, amigos comunes y de los otros. La ciudad será el marco de esta búsqueda. ¿Cuánto sabe De Pablos o cuánto imagina?

El Inspector, no habitual por sus adicciones y por cómo vive su homosexualidad, terminará descubriendo la trama oscura, que llevará consigo muchos más asesinatos vinculados al ambiente nocturno de la ciudad, y un criminal inesperado.

Reflejo de esa ciudad de las agujas y la noche.

Buena lectura para no dejar hasta el final.

Nº de páginas: 432
Editorial: PLANETA
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa dura
ISBN: 9788408257370
Año de edición: 2022
Plaza de edición: BARCELONA
Fecha de lanzamiento: 18/05/2022


viernes, 13 de enero de 2023

Una investigación laica, de Laura Balagué Gea. Un crimen antiguo en medio de una tormenta de nieve

Estas navidades cayó en mis manos la última novela de Laura Balagué Gea, Una investigación laica, publicada por Cosecha Negra Ediciones (2022) y, conociendo la obra anterior de la autora, supe que me venía como anillo al dedo para mis vacaciones.

Carmen Arregui y su equipo de la Ertzaintza  van a pasar un puente en el pueblo de Iñaki aprovechando que van a vender la casa familiar en la que pasaban los veranos. A pesar de la reticencia de Carmen llegan a las Merindades de Burgos para vaciar la casa y pasar unos días juntos y relajados. En una de las conversaciones Iñaki les cuenta que su madre no ha querido volver desde que asesinaron a su hermano en el pueblo, el dolor de la pérdida y el no saber quién fue el culpable se lo ha impedido. Así que se les ocurre comenzar una “investigación laica”, intentar resolverlo a pesar de que no están en su jurisdicción y de que el crimen esta prescrito. La suerte está de su lado y conocen a Matías, un lugareño que ha pasado tiempo investigando la muerte y que les puede ayudar. Si a esto le añadimos tormentas de nieve, carreteras cortadas y buena comida castellana Carmen se da cuenta de que sus prejuicios acerca del viaje eran totalmente infundados.

Las novelas de Laura Balagué no tienen tiros, palizas ni sangre a destajo, pero no le hace ninguna falta. Además, en Una investigación laica, los ertzainas no cuentan con los medios que tienen en el País Vasco por lo que tienen que recurrir a los habitantes del pueblo que recuerdan algo del asesinato del tío de Iñaki. La historia nos recuerda a las investigaciones de Ms. Marple pero con personajes y paisajes actualizados, cercanos y una historia sin trampa ni cartón.

Al mismo tiempo que se desarrolla la trama del asesinato, el lector va viendo la relación entre los erztainas, tan distintos entre ellos pero tan complementarios. La inspectora es una mujer sin rasgos que la distingan, no tiene, que sepamos, traumas que le atormenten, vicios que la dominen ni tendencias asesinas, ni ella ni el resto de los personajes, lo que hace que el lector se pueda identificar con ellos.

Una investigación laica pertenece a una saga, que no es necesario haber leído para disfrutar de ella, pero en la que os queréis sumergir en cuanto la terminéis. Las anteriores novelas son Las pequeñas mentiras, Muerte entre las estrellas y En el otro bolsillo que también os recomiendo.

Por todo ello, ahora que hace frío y apetece estar en casa os recomiendo Una investigación Laica. Ya sabéis que el Txapela noir es una de mis debilidades, pero soy totalmente objetiva. Teneis que leerla.

 Nº de páginas: 202
Editorial: COSECHA NEGRA EDICIONES
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788412590357
Año de edición: 2022



viernes, 18 de noviembre de 2022

Los días de mercurio, de Alexis Ravelo. Algo más que una novela negra

Alexis Ravelo publicó en 2010 la novela negra que ahora reedita la Editorial Alrevés, Los años de mercurio, una novela cuya trama se desarrolla en la posguerra, en una ciudad oscura de la península en la que la gente intenta conservar la ilusión de que vive en paz.

En Los días de mercurio, Alexis Ravelo sale de Las Palmas y nos lleva a una pequeña ciudad de provincias. En ella, Pedro un camarero que guarda secretos, decide chantajear al jefe local de Falange después de ver que está involucrado en un asesinato, asesinato que éste comete para tapar su homosexualidad. Pero esto es solo el comienzo. El deseo de Pedro de emprender una nueva vida provoca un terremoto en la falsa calma en la que viven todos los personajes.

Todos los personajes de Los días de mercurio viven en un continuo estado de alarma. A pesar de que el bando ganador asegura haber terminado con todos los rojos, los homosexuales y demás gente de mal vivir algunos, menos mal, siguen entre ellos en silencio u ocultando su pasado. Algunos de los que esconden haber sido rojos, homosexuales o de mal vivir pertenecen al bando ganador. En España vivía una sociedad en la que nadie podía fiarse de nadie ya que, lo más importante que habían  aprendido de los años de luchas y represiones, es que hay que sobrevivir al precio que sea y caiga quien caiga.

Pedro ha visto el horror de la guerra, el dolor de pertenecer al bando perdedor, la necesidad de inventarse una vida nueva y ahora tiene la obligación de volver a huir a otro país con la mujer de la que se ha enamorado. Y nada se lo va a impedir, pero no sabe que los demás tampoco quieren que su vida inventada se destruya, por lo que, la libertad, le va a costar mucho trabajo.

Después de una guerra tan terrible, está claro que ninguno de los que la sobrevivieron salieron ilesos. El narrador de Los días de mercurio no opina ni juzga a los personajes, describe a todos con la seguridad del cirujano, todos tienen miedo, todos tienen secretos, todos traicionan si es necesario y nadie se fía de nadie. Al lector no le queda más remedio que pensar qué harían en esa misma situación, en una paz que no es paz. Pues todos, o al menos yo, seguramente haríamos lo mismo. Todos somos capaces de hacer cosas que ni sospechamos.

Alexis Ravelo vuelve a escribir una novela negra que es algo más que una novela. Los días de mercurio presentan una época que muchos quieren que olvidemos pero que las personas que estuvieron allí,  jamás han podido olvidar. 



viernes, 11 de noviembre de 2022

La historia oficial, de Jonathan Martínez. Pequeñas historias que forman la Historia común

La historia oficial de Jonathan Martínez es descrita por el autor como un vaso que se rompe en añicos. Esos añicos, son las pequeñas historias que todos guardamos, y que juntas, forman la historia común.

La historia oficial recoge el título de una película sobre la dictadura de Videla y es un conjunto de pequeñas pinceladas del terror en Bilbao, Otxandio, Donostia, Chile, Nueva York o Afganistán, todas ellas unidas por el hilo de la propia historia familiar de Jonathan y por el sentimiento del miedo. 

Porque, a menudo, la historia oficial, esa que nos han inculcado a través del poder o de los medios, no es más que la historia del miedo. Un miedo infringido a cada uno de nosotros para que no nos salgamos del camino preestablecido por ellos, para que sigamos al rebaño, No en vano la dictadura franquista se deshizo rápidamente de intelectuales y maestros. No había que pensar.

Cuando las bombas están cayendo en Kabul, la abuela del autor es ingresada en un hospital a punto de morir. Blasa, su bisabuela, fue maestra de escuela, sufrió la represión y el miedo a que los suyos murieran en una lucha inútil entre hermanos. Da igual que hayas nacido en el norte de España o en su meseta. Miedo, poder, violencia.

“Escribir es, a fin de cuentas, ganarle terreno al olvido”

Desapariciones forzadas, en España (su tío abuelo), en Argentina, en Afganistán. Gente que cae de las torres gemelas, gente que cae de aviones en Chile o que desaparece en el mar mediterráneo.

Los capítulos de la novela son cortos, fáciles de leer y son historias que todos conocemos y entendemos. A pesar de la dureza de estos sucesos, el autor aporta una prosa poética, llena de nostalgia y de cierta dulzura. En oposición a las torturas, nos trasmite su amor y su ternura por sus abuelos. 

La historia oficial no habla de otra cosa que de la pérdida de derechos en cualquier parte del mundo. De eso habla el libro:

“La historia del mundo está escrita con columnas de refugiados, con bandadas de deportados, con trenes ensordecedores de judíos y prisioneros de guerra conducidos a empellones hacia el moridero de los campos de exterminio, con emigrantes fatigados en trabajos esclavos que nadie quiere y que ellos toman con la esperanza de dejar de ser nadie. No saben qué cielo persiguen, pero conocen de memoria el infierno del que huyen”

La historia oficial me parece una obra imprescindible para romper el silencio que nos han impuesto y para reflexionar sobre como el poder impone ciertos pensamientos y ciertas mentiras en nuestra historia. 



viernes, 4 de noviembre de 2022

Desde la ventana, de Joana Chilet y Marina Lomar. Una ventana en una urbanización

Manu López Marañón

 DESDE LA VENTANA Joana Chilet & Marina Lomar. Olé Libros (2022)

Desde la ventana es la primera novela de Joana Chilet, valenciana de La Pobla de Vallbona con amplia experiencia en el campo de la gestión cultural y profesional, durante 25 años, en el sector audiovisual (ha sido productora ejecutiva en diferentes proyectos y directora de documentales). Para Marina Lomar, valenciana de nacimiento criada en Francia y profesora de la Universidad Jaume I de Castellón, Desde la ventana es su segunda novela. Antes de esta ha publicado Trampantojo (Ed. Babylon, 2019) y formado parte de antologías en diversas editoriales (11 monstruos por encargo, Ins-omnium, Niebla y sangre –de microrrelatos–; De amor y guerra –relatos–).


Como muchos lectores ya saben, resulta imposible hablar de Desde la ventana sin hacer referencia a una de las obras maestras de Alfred Hitchcock, concretamente La ventana indiscreta, que el mago del suspense rodó en 1954.

Una manera de reseñar la entretenidísima novela de estas dos valencianas sería ir refiriendo sus coincidencias y diferencias con la película protagonizada por James Stewart y Grace Kelly. Yo no lo voy a hacer, pero, si aún la desconocen, les recomiendo que antes o después de leer Desde la ventana vean La ventana indiscreta; con cualquiera de ambas opciones disfrutarán doblemente del texto. Si pertenecen al grupo de privilegiados que ya se sobrecogió con la película, ahora les sugiero que la revisen tras leer la novela: duplicarán asimismo su disfrute fílmico.

                                                                               James Stewart, obsesionado con su vecindario

Alberto, arquitecto víctima de una agorafobia postraumática y que no sale del salón de su bungaló en la urbanización Aguas Vivas, pasa los calurosos días del verano observando con sus barridos de prismático las vidas, aparentemente cotidianas y anodinas, de sus vecinos. 


En un tono más de comedia (la novela lleva como subtítulo «una historia de intriga ligera») que de drama (aunque en el cuarto y quinto día la tensión y la posibilidad de un trágico final cobran gran relieve), al final Desde la ventana resulta ser una arriesgada reflexión, tan divertida como espinosa –y llena de momentos cínicos–, sobre el voyeur que cualquiera de nosotros, nos guste o nos disguste, llevamos dentro.


Con este punto de partida Joana Chilet y Marina Lomar se adentran con soltura –el entusiasmo investigador de los protagonistas pronto cala en el lector– en una narración que alcanza su cota de progresivo misterio a partir de esa fiesta de peluches (fiestas furry las llaman los modernos) que se organiza en un adosado de la urbanización. En ella los participantes bailan en corrillos, se puntúan, y hasta se subastan los unos a los otros… 


                                                                 Convención de furries


Alberto, cada vez más obsesionado por espiar ese universo mostrado a través de su vecindario, incapaz siquiera de echar un vistazo a los proyectos relacionados con su profesión que le trae su novia, atando cabos llega a la conclusión de cómo tras la alucinante fiesta se ha producido un asesinato (antes de caer rendido por efecto de las pastillas que necesita para dormir él ha podido ver que un furry con disfraz de mono maltrataba a una cerdita…).


El microcosmos descrito por Joana y Marina actúa como espejo del ser humano en general (aquí los bungalós se los reparten, entre otros, una joven y bella estudiante que vive sola; una pareja de «estirados» –él, un ejecutivo de corbatas pirotécnicas, y ella, un ama de casa feliz con su nueva batidora Ladymix– de relación complicada y morbosa; un matrimonio maduro con curiosas preferencias sexuales; un escritor solitario autor de novelas pornográficas, y dos mujeres que acaban resultando ser pareja); y ese microcosmos hábilmente seleccionado acaba por meterse, literalmente, en la vida de Alberto.

El afectado arquitecto va convenciendo a su novia, Natalia, a Fina (la asistenta que lo trata con desparpajo y a quien no se le va una) y a un sobrino de esta, Yoni, joven desgarbado y doblado como si padeciera de esclerosis que resulta ser un consumado hacker (capaz de «craquear» el archivo necesario para obtener la contraseña que permite acceder al portátil que tantos secretos guarda): a todos acaba convenciendo para que se involucren en la investigación sobre el crimen que él mismo coordinará sin abandonar un instante el salón de su adosado.


El gran mérito de Desde la ventana es conseguir que los lectores nos creamos igual de aislados que su protagonista. La novela se cuenta desde el limitado punto de vista del encerrado Alberto, algo que crea claustrofobia obligándonos a sentirnos en sus antípodas (recordemos cómo no soporta ningún espacio abierto). A pesar de ello, compartimos intensamente las dudas y esa misma ansia por saber que padece primero el arquitecto y luego el aficionado equipo de investigadores a medida que completan el sangriento puzle desplegado en las viviendas de enfrente.


Una policía reacia a intervenir, revelaciones impensables bien dosificadas por las autoras, algún estupor que revelan las psicologías femeninas del equipo (tanto Natalia como Fina vienen trazadas con suficiente tino para percibir sus sinuosidades) y la varonil osadía tanto de Alberto como del inteligente Yoni, acaban poniendo en bandeja una resolución llena de sevicias y riesgos que, sin duda, encantaría al David Lynch de Terciopelo azul o Inland Empire.


Y es que la vibrante novela que es Desde la ventana podría perfectamente quedar sintetizada en la frase: «Vivimos en un mundo extraño».  


ENTREVISTA CON JOANA CHILET Y MARINA LOMAR:


Dígame, Joana Chilet: ¿En qué medida su experiencia profesional en el sector audiovisual ha sido determinante a la hora de escribir una novela tan cinematográfica (en todos los sentidos) como es esta Desde la ventana con la que usted ha debutado en la literatura?

Sin duda, ha afectado de forma importante a la hora de imaginar y escribir, porque Alberto está «mirando» y esa mirada es muy cinematográfica. Al final, cualquier proceso creativo aprovecha todo lo que cada uno ha ido aprendiendo en su trayectoria. 


Buenos días, Marina. Tras aquel desdichado collage amoroso que conformaban los protagonistas de tu espléndida novela coral Trampantojo, en Desde la ventana nos presentas otro grupo de vidas que, tras una apariencia de normalidad, revela no pocas disfunciones (e incluso aberraciones). ¿En cualquier forma de acercamiento literario te resulta calamitosa y violenta la naturaleza humana?

A pesar de creerme profundamente optimista, se ve que ha calado el pensamiento de Immanuel Kant que dice «De la naturaleza tortuosa de la humanidad, ninguna cosa recta se puede obtener». Y, de hecho, esta es la citación que encabeza mi próxima novela en solitario.


Esta pregunta va para ambas autoras. En los agradecimientos de Desde la ventana, leo, estupefacto, cómo algunas lectoras cero de esta novela no detectaron erotismo por ninguna parte… A mí me ha parecido lo contrario: que su narración no se queda precisamente corta a la hora de catalogar comportamientos amorosos (fundamentalmente los llamados desviados o perversos: voyeurismo, fetichismos, sadomasoquismo, bestialismo, etcétera, etcétera…). ¿Se decidieron a incluir más sexo tras los informes de esas primeras lectoras? 

Al contrario (risas). Inicialmente se trataba de una novela erótica, pero, poco a poco, se impuso la parte de comedia y de intriga y decidimos suavizar el contenido erótico.


En cualquier caso, ¿para ustedes el erotismo, llamémosle desviado o cosificado, es algo consustancial en el ser humano? A estas alturas del siglo XXI, ¿se enterró el amor?, o, dicho de otro modo, ¿no quedará ya gente «normal» a la hora de encarar sus vidas amorosas? 

Joana Chilet:

No existe un erotismo desviado, es personal y, siempre que sea consentido entre dos adultos, absolutamente válido. ¿Qué más da que a alguien le guste vestirse de furry o le ponga chupar un pie? Cada cual que disfrute como quiera. 

Marina Lomar:

Creo que se debería abolir la palabra «normalidad», y más referida a los deseos sexuales. En cuanto al amor, ¡viva el amor! bajo cualquier forma, a cualquier edad y en cualquier lugar. 


Otra pregunta para las dos. Siempre me desconcierta pensar cómo debe ser escribir una novela con otro autor. En Desde la ventana me ha resultado admirable que consigan incorporar a su obra ese suspense que explota definitivamente a partir de la imprevista, y alucinante, fiesta furry. ¿Crear esa progresiva intriga fue quizá lo más complicado de hacer a cuatro manos?

Joana:

No, lo más complicado fue establecer un plan de trabajo que nos permitiera ir avanzando, una vez establecida la estructura fue sencillo seguir. Pero la escena de la fiesta dio mucho de sí y creo que se nota que nos divertimos mucho imaginándola y escribiéndola. 

Marina:

En realidad, montar la intriga fue la parte más fácil. Más delicado resultó trabajar sobre el entorno en el que se mueven los personajes. Joana se plantea constantemente cuestiones sobre la disposición del espacio, el desplazamiento de personajes, etc., mientras yo me centro más en los personajes. Y tenía razón, aquí, el espacio es protagonista.


Para Joana. Dentro de las ramas del género negro, yo incluiría Desde la ventana dentro de lo que viene en denominarse «domestic noir», donde todo ocurre en el ámbito doméstico y las investigaciones de los casos son fundamentalmente llevadas por mujeres sin preparación policial o detectivesca. Aquí el principal investigador es Alberto, pero a ninguna parte hubiera podido ir sin la resolutiva participación de Fina y Natalia, esenciales para resolver los misterios planteados en Desde la ventana. ¿Se plantea continuar por este camino o planea escribir una investigación criminal digamos más canónica, con policías o detectives que se hagan cargo de un caso?

A mi este camino me ha resultado muy satisfactorio, así que pienso seguir explorando. Es más, Marina y yo hemos empezado un nuevo recorrido.


Para Marina. Tras Trampantojo, espléndida novela de interiores que diseccionaba también a la clase media española (tu especialidad hasta ahora como narradora), desembarcas en el género negro con Desde la ventana. ¿Ha sido esta una experiencia puntual o tienes intención de escribir, sola o acompañada, otras novelas que puedan adscribirse a este género tan popular y mayoritario?

Joana y yo hemos decidido continuar y retomar el divertido personaje entrometido, cínico, aunque tierno, de Fina. Además, acabo de terminar una novela que entra dentro de la categoría del género negro. Las complejidades de la mente humana me fascinan y me gusta exponer esos pequeños deseos ocultos que, a veces, nos ocultamos incluso a nosotros mismos. Y, ya se sabe, deseos ocultos que acaban explotando son la antesala perfecta para la novela negra. 


Esta pregunta es para las dos y la hago solo a título de curiosidad personal: ¿Alguna ha leído el cuento de Julio Cortázar Las babas del diablo y/o visto Blow up de Michelangelo Antonioni?

¿Nuestra ventana te ha sugerido a estos dos grandes creadores? ¡Qué honor!

Como no he visto Blow up, Joana me explica que es una adaptación cinematográfica de Las babas del diablo, supongo que lo dices por aquello del paso de texto a cine. Bueno, sería estupendo poder adaptar nuestra ventana. 


Joana Chilet y Marina Lomar


viernes, 28 de octubre de 2022

Pichis, de Martín Lasart. Una historia que hay que leer del tirón

Después de ganar uno de los más prestigiosos premios de Uruguay, el Premio Lolita Rubial,  con La entrada al paraíso, Martín Lasart publica Pichis y esta llega a España de la mano de la editorial Tiempo de papel.

El Cholo y la Chola deambulan por las calles de Montevideo buscando en los contenedores de basura algo que llevarse a la boca o algo que puedan vender para seguir drogándose. En los primeros capítulos encuentran objetos que los llevan a realidades delirantes, al fin del mundo, a un mundo paralelo donde la música dirige el destino. Pero también pasean, pelean y malviven a través de las calles de una ciudad que ni siquiera los mira.

Dos pichis  que se llamaban el Cholo y la Chola encontraron una cabeza en un contenedor de basura. Por el olor podían decir que no estaba recién cortada.



Con Pichis, así se llama en Uruguay a los sintecho, Martín Lasalt nos sumerge en las calles a las que los turistas nunca irían. Callejones donde las personas que los habitan viven de los desperdicios de la gente visible. Pero el Cholo y la Chola no se quejan. Ellos dejan pasar el tiempo sobreviviendo a las catástrofes que les rodean teniendo sólo destellos de realidad. Viviendo en una realidad amarga y duro los protagonistas de Pichis encuentran destellos de felicidad que les lleva a realidades paralelas que están dentro de este mundo.

Los 12 capítulos parecen pequeñas historias independientes pero los protagonistas son el elemento que une los distintos episodios. Los dos mendigos asumen su situación de marginados sin demasiado interés, total, no pueden hacer nada. Hicieran lo que hicieran volverían al principio. Y ese, creo, es el mensaje que el autor nos da en este acontecimiento mental. ¿Qué es la realidad? ¿se puede salir de la mediocridad aunque sea solo un momento o estamos condenados a volver a ella una y otra vez? ¿somos parte de un mundo que no nos ve o si nadie nos mira no existimos? Pero los pichis son dos, aunque se peguen y los autobuses los atropellen siempre uno ayudará al otro.

Martín Lasart consigue en Pichis que la amargura, el humor y los delirios apocalípticos se junten en una novela que no da tregua.

Además, el autor incluye en la novela dibujos realizados por el mismo que apoyan la historia y que nos sumergen aún más en la negrura de las calles de Montevideo.

Como el propio autor nos dice, más que de un relato, se trata de un acontecimiento mental

viernes, 14 de octubre de 2022

Nos crecen los enanos, de César Pérez Gellida. Cuando el asesino es el escritor

Cuando ya teníamos interiorizado que el culpable siempre es el mayordomo, llega César Pérez Gellida y nos dice que el asesino es el escritor. En Nos crecen los enanos podemos acompañar a un psicópata repulsivo, casi a la altura de Augusto Ledesma, en su cada vez más imparable sed de violencia, dolor y muerte.

Después de los asesinatos que se produjeron en Urueña y que Gellida nos relata en Astillas en la piel aparecen, en un pinar de Valladolid, dos cadáveres, uno de ellos el del supuesto asesino de los crímenes que se produjeron varios años atrás. A partir del terrible descubrimiento, comienzan a aparecer cuerpos de mujeres torturadas y asesinadas en distintas ciudades. Bittor Balenziaga y Sara Robles ven relación entre los dos sucesos. Pronto se les une Ramiro Sancho, con lo que el circo está montado.

Mientras leemos  Nos crecen los enanos los lectores podemos entrar en la mente de un asesino ya que es él mismo el que nos cuenta en primera persona sus asesinatos, con todo lujo de detalles, y sus planes. Además me parece realmente brillante que Gellida someta al asesino a varias sesiones con una prestigiosa psiquiatra, la Dra. Velasco. Álvaro Vázquez de Aro, escritor de una saga de novelas que tienen como protagonista a un asesino en serie, pide a la doctora ayuda para documentarse sobre la mente criminal, estableciendo así situaciones en las que la identidad del escritor se desdobla en su alter ego y analiza sus impulsos y las razones que le llevan a matar jugando con la psiquiatra al juego del gato y del ratón. Cuando Álvaro habla de Suso habla de si mismo, por lo que podemos saber de primera mano qué es lo que le empuja a matar de una manera tan cruel.

César Pérez Gellida ya ha creado con Nos crecen los enanos y con todas sus anteriores novelas un universo propio en el que hay personajes que aparecen, como protagonistas o como secundarios, en todas sus novelas. Que el lector no los reconozca no supone nada para el lector, no hace falta saber quiénes son, solamente es un bonus para el lector gellidista que se alegra de reencontrarse con alguno de los personajes que protagonizaron alguna de las novelas ya leídas. Aparece incluso un escritor calvo casado con una mujer pelirroja que, sin saberlo, hace explotar la locura.



Durante la lectura de Nos crecen los enanos sabemos desde el principio quién es el asesino, descubrir al criminal no es el objetivo de esta novela. Lo que vamos a encontrarnos es el desarrollo de la investigación, quién será la próxima víctima, que error cometerá Álvaro, si logrará escaparse de nuevo…

En fin, que es momento de entrar en ese universo. No tardéis en leer Nos crecen los enanos y ya me contaréis

sábado, 8 de octubre de 2022

El rastro de la traición, de Jesús Losana. Chantajes y corrupción en Toledo

El rastro de la traición de Jesús Losana es la segunda entrega de una trilogía formada por Compromiso adquirido, y la última, Conforme a lo establecido.

Todas ella son historias independientes que comparten el escenario, Toledo y alrededores, y los personajes que investigan las historias.

El rastro de la traición es la “niña bonita” de Losana, y es cierto que la trama es muy intrincada y que ha requerido un gran esfuerzo de documentación y, sobre todo, a la hora de cuadrar todos los detalles, de cerrar todas las tramas. Y es adictiva.

La investigación está a cargo de la UOPJ de la Guardia Civil, aunque al comienzo de la historia solo están de apoyo, terminan pasándoles la responsabilidad no se sabe muy bien por qué, pero algo empieza a oler a podrido.

Los protagonistas son el teniente Román Medina y la cabo Elisa Castillo, integrantes de un grupo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Toledo. Como muchas otras novelas, hay una electricidad sexual evidente entre ellos. Losana los presenta como personas de a pie con sus fortalezas y debilidades, se manera que el lector termina conectando con ellos irremediablemente: “En esa carcasa de hombre duro y poco sensible tenía secuestrada su frágil personalidad afectiva, forjada a base de desengaños y traiciones”

Como toda novela negra que se precie, El rastro de la traición, igual que en su día Compromiso adquirido, tiene una parte importante de crítica social, resaltando problemas endémicos en nuestra sociedad actual. La corrupción de políticos, los chantajes, en fin, alguien que mueve desde fuera todas las tramas buscando un interés propio. Se trata de una crítica sumamente mordaz de las instituciones :”Cada ves que un juez favorece al débil por su condición, en vez de al inocente, hace que la palabra justicia pierda su significado y aumente el mal comportamiento social”

La historia comienza con un atraco a la Sucursal de un Banco. No voy a utilizar el manido “Ritmo trepidante”, pero la escena te deja sin respiración. Perfectamente construida, totalmente inesperada, caótica e inexplicable.

Si algo hay en esta historia es suspense, corrupción y trabajo duro de las fuerzas del Estado que dan lo mejor de si. Este coctel, magistralmente elaborado por la prosa perfecta de Jesús Losana.

Os lo aconsejo, habrá que leer el tercero


viernes, 30 de septiembre de 2022

Blanco inmaculado, de Noelia Lorenzo Pino. Si lo que eres choca contra lo que crees

Almudena Natalías.

Noelia Lorenzo Pino acaba de publicar Blanco Inmaculado, una novela en la que explora el mundo de las sectas, la sociedad actual, las normas, las leyes y la libertad individual.

En un incendio en un caserío cercano a Irún aparece el cadáver de una chica amordazada perteneciente a una comunidad que vive al margen de la sociedad. La oficial Lur de las Heras, de baja por una enfermedad que apenas le permite moverse, vuelve para encargase de la investigación con una nueva compañera, Maddi Blasco. Estas dos mujeres, que apenas se conocen, son las encargadas de romper las barreras que los Fritz (así se llaman todos los miembros de la comunidad) se encargan de levantar. Pero además de los miembros de esta comunidad, Lur y Maddi se van a encontrar con la oposición de algunos de sus compañeros y con un grupo de personas que luchan por desmantelar la secta.

Blanco inmaculado transcurre prácticamente en el interior del caserío donde la secta fabrica ropa de manera tradicional de un color blanco inmaculado. El lector casi puede sentir la humedad del lugar y el olor de las planchas.  Todos los miembros guardan secretos, secretos que no quieren compartir. Sin embargo, las dos investigadoras van poco a poco ganándose su confianza de y tejiendo una gran amistad entre ellas dos mismas. Aunque ellos se llaman familia, no todos lo son. La mayoría llegaron al caserío buscando las respuestas que no encontraban. Allí se les dieron normas pero también el calor de gente con la que compartían sus creencias. Ninguno de ellos puede creer que alguien de dentro haya matado a Ari.

El tema que trata Blanco inmaculado es la sensación que se siente si lo que eres choca de frente con tus creencias y tu cultura. Ari, la víctima; Eva, su inseparable amiga; Guillermo, su padre y Maddi la patrullera encargada del caso, tienen que elegir entre su libertad y lo que los demás quieren de ellos. A veces, es más fácil dejarte llevar y cumplir las normas que te han inculcado que romper con ellas y ser feliz. Pero la elección en ningún caso es fácil. Tanto las cerradas normas de la secta como las veladas costumbres de la sociedad que hay fuera del caserío parecen guiar a cada uno de los personajes de Blanco inmaculado. Sólo algunos se atreverán a romper las invisibles cadenas.


En esta novela, Noelia Lorenzo demuestra con gran acierto, la capacidad que tiene en desarrollar los personajes. Ninguno de ellos es un estereotipo y, sin embargo, el lector, sea de donde sea y sea como quiera que sea, va a empatizar con alguno. Todos ellos están perfectamente perfilados, tienen luces y sombras. Con brillantes diálogos el lector acaba conociéndolos a fondo y, hasta comprendiendo, sus contradicciones. Y también esperamos que la investigación de Lur y de Maddi sea el comienzo de una bonita amistad

Con su estilo de siempre, en Blanco inmaculado, Noelia Lorenzo nos muestra un mundo blanco en el que las sombras lo supervisan todo. 

PD. Por cierto, seguidnos la pista que esta semana sortearemos un ejemplar de Blanco inmaculado entre nuestros amigos

Nº de páginas: 400
Editorial: PLAZA & JANES EDITORES
Idioma: CASTELLANO
Encuadernación: Tapa blanda
ISBN: 9788401028199
Año de edición: 2022
Fecha de lanzamiento: 01/09/2022


viernes, 23 de septiembre de 2022

En tiempo de cartas y púas, de Juan Lekue. Una historia dura que debemos conocer

 En tiempo de cartas y púas de Juan Lekue, una historia que me ha llegado al alma y al corazón.

Muchos libros nos hablan del exilio español, sobre todo del paso a Francia para llegar a los campos de Argeles. Pero en mi caso, nunca había llegado más allá. ¿Dónde fueron los que sobrevivieron a esas condiciones inhumanas? Fueron repartidos por otros campos muy similares a los campos de concentración nazis.

En enero de 1939, Barcelona fue tomada por las tropas rebeldes y comenzó un terrible exilio para muchos españoles hacia Francia. Pero este país, no les recibió como esperaban pues les internó en campos, en condiciones miserables de hambre, insalubridad, desesperación. Gurs, llamado el “campo de los vascos” por la gran cantidad de personas de esta procedencia.

Buena parte de los soldados vascos que, vencidos, enfermos, humillados, pasaron a Francia para salvar su vida, encontraron un infierno al otro lado de los Pirineos.

El autor a través de las cartas del abuelo de su mujer nos lleva a uno de estos campos de la mano de un narrador imaginario cuya amistad con Vicente Ibarreche le lleva a estar al tanto de la correspondencia de este con su familia en un intento de sobrevivir a una muerte que cada día se acerca más.

Estas son las cartas. Las púas son las cercas de alambre de espino que separan a estos hombres de la libertad, de la vida de la esperanza. Unas púas que a veces incluso les llaman con la promesa de acabar con todas sus desdichas. Siempre presentes, implacables, siempre ofreciendo otro final.

“El inconveniente de la vida, un absurdo funesto en las barracas de Gurs, la fatiga creciente de vivir a pesar de todo. La mirada reflejaba todo lo que éramos, la fascinación irresistible de sentirse perdido y condenado. El alma, la capacidad de ser bueno, generoso, de compartir, la virtud de perdurar en la memoria de otros, de todos los otros a ser posible; si no, de los más cercanos, y también en la propia memoria los recuerdos de aquellos. Mi alma ya me había abandonado antes de la muerte, que se hacía de rogar para no llevarme con ella todavía”



La prosa de Juan Lekue es impresionante, dura y poética a la vez. De un realismo que nos hace sentir el frío y la miseria en nuestros propios huesos. Tan poética que a veces nos hace llorar en silencio. De dolor, de rabia y de impotencia por el castigo impuesto a unos hombres que lucharon valientemente por defender la libertad y la legalidad vigente en un País que queda ya demasiado lejos, un País roto.

Nuestro narrador nos hace convivir con los piojos y las ratas, con ropa hecha jirones, con un hambre atroz, pero lo que es peor, nos hace vivir la desesperanza de ver como estos soldados, van perdiendo día a día la dignidad, la humanidad, la esperanza. En definitiva, como llevan a cuestas una muerte en vida. Vicente Ibarreche escribe mientras tanto tímidas cartas a su familia en un intento de agarrase a la vida a cualquier precio. Mintiendo en cada carta, diciéndoles que está bien y esperando cada minuto noticias que le hagan creer que todo esta bien allí fuera, que le hagan creer que puede, quizás un día volver a su hogar, que hay una posibilidad de que todo vuelva a ser como era.

“No éramos ya otra cosa que rescoldos de los difuntos que dejamos al otro lado de la frontera, incapaces ya de reconocernos. Apenas podíamos movernos, vestidos con unos pantalones condenados al mordisco de las ratas, sin calzoncillos, una camisa deshilachada, sin botones, una boina sucia y un hato formado con una tela de una manta llena de piojos"

Esta no es una historia más sobre la Guerra Civil española, es una historia sobre el dolor, sobre el amor y la libertad y sobre la venganza ejercida por la dictadura. Es quizás un poema sobre aquellos que España dejó atrás.